Responsabilidad y prudencia. Es lo que toca en estos tiempos de dificultad económica y, como consecuencia de ello, los planes de expansión de la caja de ahorros sevillana Cajasol han quedado congelados a la espera de que se calme el "tsunami económico" y todo vuelva a la normalidad.
Así lo explicó ayer el presidente de Cajasol, Antonio Pulido, en el acto de presentación del programa de actividades con el que celebrará a lo largo de éste y el próximo ejercicio sus 175 años de vida, que tienen su origen en la Caja de Ahorros de Jerez.
En ese contexto, Pulido remarcó que "hay un exceso de capacidad instalada" en el sector financiero de en torno a un 20% o 25%, por lo que urge acometer un proceso de reconversión y de cierre de oficinas. Un esfuerzo que deben asumir fundamentalmente las cajas de ahorros, que han protagonizado el 95% del crecimiento producido en el sector en el último lustro.
Así pues, y en la parte que corresponde a Cajasol, ésta ya ha emprendido el proceso con el cierre, hasta el momento, de 70 sucursales que no son rentables, cifra que se elevará hasta el centenar para finales de año, explicó Pulido. Una medida que, recordó, ya fue aprobada por los órganos de gobierno de la entidad y que camina pareja con la decisión de dejar en suspenso el plan de expansión de la caja, con la intención de retomarlo una vez que el temporal de la crisis remita.
"Abrir mercados en estos momentos es mucho más complicado", de manera que la caja "no va a crecer ahora" y no abrirá oficinas en el arco mediterráneo -como estaba planificado antes del estallido de la crisis- ni en ninguna otra zona, zanjó Pulido.
Ahora lo fundamental es reducir los gastos generales que, en los primeros nueve meses del año, se han recortado un 15%, y seguir cuidando la ratio de solvencia, actualmente en el 14%, tras el "éxito" de la reciente emisión de preferentes por importe de 250 millones de euros.
Tras cumplir 175 años y con el deseo de alcanzar otros 175, su presidente aludió al imparable proceso de reconfiguración del mapa financiero, en el que reiteró la intención de Cajasol por "abordar nuevos y ambiciosos proyectos", consciente de la necesidad de ganar dimensión y asumir retos diferentes.
En este punto, insistió en que la entidad que preside ha decidido, tras hacer números y estudiar esa posibilidad, no pujar por Caja Castilla-La Mancha (CCM). Cuestión que no quita para que, "si hace dos años -cuando nació Cajasol fruto de la unión de El Monte y San Fernando- veíamos necesario una fusión, los procesos de concentración tienen hoy todavía más oportunidades" que entonces, por lo que se mostró "proactivo" y "abierto" a sumergirse en alguno de ellos.
Así valoró que los pasos dados por Caja Navarra y Caja Canarias se corresponden con "un modelo factible" y, sobre el borrador de la reforma de la Ley de Cajas andaluza se mostró convencido de que "la Junta no tiene ninguna pretensión de perjudicar los intereses de una entidad andaluza, sino que su filosofía es la de ayudarlas", en referencia al posible veto de la Administración a las fusiones interregionales.
Cajasol, que ha instaurado el lema "Estamos aquí", proclamó su compromiso social y territorial con la comunidad, más aún, en estos tiempos, y, para trasladar la importancia de la efeméride de su nacimiento hace 175 años, Antonio Pulido avanzó que se están preparando productos financieros con ventajas especiales por este aniversario.
Sin querer dar más detalles hasta su lanzamiento el próximo mes, sí adelantó que habrá un depósito, un préstamo hipotecario o un plan de pensiones con condiciones más ventajosas para los clientes. Y es que una de las claves presentes es recuperar y potenciar la banca de proximidad. Y, para hacer calar la idea del ahorro entre los más jóvenes, se repartirán huchas de décadas pasadas.
