Economía

Candado patronal a los naranjos

El paro general fue masivo en el campo. Convocaba el empresario

el 20 nov 2009 / 22:31 h.

La imagen de las verjas con los candados echados era ayer habitual en las explotaciones de naranjos de las cercanías de la localidad sevillana de Brenes.

A un lado de la carretera que conduce al pueblo radica la sociedad agraria de transformación Brenes Fruit, donde su recepcionista sola está, "hoy por aquí no hay nadie, cerrado por huelga".

Al otro lado se encuentra la venta El Bodegón, de aquí para allá va la camarera, aunque poco es el negocio, "cualquier otro día, a estas horas, el bar se llena de agricultores, y también de camioneros que se llevan la naranja, pero hoy secundan el paro general".

Un único cliente en esta barra, tapa de carne y patatas, tercio de cerveza y paquete de Winston americano. Es agricultor, prefiere no revelarse, sí comenta qué mal está el campo y cuánta renta van a perder los citricultores: precio bueno por la naranja, aunque poca cosecha.

Entra un rosario de miembros del sindicato andaluz SAT -el antiguo SOC- y a ver qué pintan los piquetes de trabajadores en una huelga general que ellos no convocan, sino sus sempiternos antagonistas de la historia, que son los patronos, a los que gustan llamar terratenientes.

Carmelo Toledano, concejal en el Ayuntamiento de Brenes y también sindicalista, comenta. "Nosotros no estamos a favor de esta huelga, ya que es un paro patronal, pero nos adherimos a la idea de los agricultores de defensa de los productos". ¿Entonces? "Nuestra labor como piquetes va hacia esas fincas que sabemos que no cumplen con el convenio colectivo, donde se contrata a extranjeros por la mitad del salario que recoge el convenio [20 euros frente a los 45,6 legales]. Vamos a las fincas, informamos y asesoramos" y les sugieren irse a casa.

Toledano comenta que, como concejal y sin tener "nada en contra" de los inmigrantes, siente "la presión" de quienes, en el pueblo, se quedan sin empleo y ven cómo hay propietarios que contratan a extranjeros "incumpliendo la legalidad".

A lo largo de la barra, al fondo y al calor que ofrece Cruzcampo, se ha dado cita media docena de agricultores. Pipas, altramuces y alguna que otra Coca-cola. Pronto da la una, hay gazuza.

La vendedora de la ONCE logra colocar una tanda terminada en 26. El corrillo habla de sus problemas y la mayoría acudirá hoy a Madrid, a esa manifestación del campo español que se espera masiva y con la que quieren reivindicar que son "los grandes olvidados" de la actual crisis económica, a pesar de que soportan una prolongada crisis de precios de las cosechas y un encarecimiento de costes, a la vez que padecen, como el resto de los sectores, problemas de liquidez y el cierre del grifo del crédito por parte de la banca.

"Si pudiera, yo iría también a Madrid, porque el Gobierno está dejando morir el campo. Pues yo nací agricultor y moriré agricultor". Se sostiene José López sobre unas muletas, todavía pesa su reciente operación. Sus sandías, melones y patatas no han valido este año ni un pimiento, "y esto es un sufrimiento, un sinvivir", una angustia que comparte con uno de sus hijos. "Sinceramente, yo no recomiendo la agricultura a los jóvenes".

"¿Pero qué vamos a hacer? ¿Y qué haría esta comarca sin la agricultura?" López gesticula con las muletas, como quien apunta a alguien, al responder a la pregunta de quiénes tienen la culpa del descenso de los precios agrícolas y de que los consumidores lleguen a abonar hasta tres, cuatro, cinco o treinta veces más cuando llenan la cesta de la compra.

"Las grandes multinacionales [las cadenas comerciales]", señala. "Eso, eso", corea la audiencia de la venta El Bodegón.

Ha de ser verdad que este paro ha sido masivo. Hasta aquí llegan vía ondas radiofónicas que en varios municipios de la provincia de Sevilla, como Carmona, los tractores habían salido a la calle bajo el alumbrado navideño. No era la cabalgata de Reyes, sino una movilización.

Sigue relatando el locutor que Asaja, UPA y COAG, las asociaciones agroganaderas convocantes -unidas para la ocasión, cosa rara- hablan de la parálisis cuasi plena de las labores, en especial de la recogida de la naranja, y sus líderes dan las gracias a las cooperativas, que han secundado la huelga atendiendo a la llamada de su federación, Faeca. Echemos una visual.

Cadenas y candados en las verjas de las fincas de naranjos que circundan la localidad de Brenes. Cerrojazo, silencio, algunos sí trabajan, se atisban a lo lejos donde no se les ve. "La cosecha es corta, así que lo mismo da parar un día que dos e incluso tres, porque el domingo es festivo. Con estas calores, además, no se come la naranja, a ver cuándo llega el frío", dicen los agricultores. Reza el termómetro del coche 22 grados, demasiados para unas fechas en las que enfilamos diciembre. Y en la radio, los líderes agrarios claman el éxito de la huelga aquí, en Andalucía y en España. "Es una movilización histórica, éxito rotundo", proclaman.

En esta comarca sevillana los agricultores se han gastado un dineral en modernizar sus regadíos, pero no contaban con el subidón experimentado por las tarifas de la luz. Juan Amador, productor de algodón, patatas y trigo, se queja. "Gastamos menos agua pero más energía. Pagamos más por la electricidad".

Tanto él como Amador se lamentan de que la agricultura va camino de la muerte y de que no existe alternativa en ningún cultivo y de todos se sale escaldado: algodón, remolacha, melocotón... Y por cierto, por las fincas de San José de La Rinconada se divisan muchos hoyos en la tierra. Se trata de melocotoneros arrancados. Y más que va a haber, advierte José López.

"El Gobierno cree que nos dan una subvención de la PAC [la Política Agraria Común] y de eso vivimos, y no es así. Si el campo se sigue muriendo, habrá más gente en la cola del INEM para que Zapatero les dé 420 euros al mes, a ver si viven de eso", añade. Esta comarca, asevera, no puede prescindir de los jornales que dan los agricultores.

¿Cómo están los ánimos? "En pie de guerra", suena más allá, en el corro pegado a la barra que no se ha querido sumar a este debate sobre las razones de la huelga del campo. Poco a poco, El Bodegón, una parada de rigor antes del almuerzo en casa, se va llenando de agricultores. "¿Tú vas a Madrid? ¿Y tú?" Ayer los jornaleros no cobraron, hoy tampoco lo harán, es el que paga, el patrón, quien está de huelga, quiso recordar el sindicato CCOO.

Suerte no hubo. La chica de los cupones sólo repartió alegría. El terminado en 26 no tocó ayer.

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