Cultura

Caprichos de una estrella mediática

ROSS *** 13º programa de abono de la XXIV temporada de conciertos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Jueves 24 de abril de 2014. Emmanuel Pahud, flauta. Pedro Halffter, director. Programa: Obertura Cubana, de George Gershwin; Fantasía para flauta y orquesta sobre temas de “La flauta mágica” de Mozart, de Robert Janssens; Harmonielehre, de John Adams.

el 25 abr 2014 / 13:16 h.

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El que se presentaba como uno de los programas más atractivos de la temporada, con obras de compositores americanos de los últimos cien años, quedó desvirtuado merced a las exigencias de un flautista fuera de serie y mediático como demostró la aglomeración de estudiantes que lo trataron como una estrella del rock. El flautista suizo sustituyó el inquietante Concierto para flauta de Elliot Carter por un pastiche de La flauta mágica perpetrado por el belga Robert Janssens o Fobbes, como también se le conoce. Música de corte decimonónico que rompió la unidad del programa y se convirtió en vehículo ideal para desplegar la capacidad técnica y el lirismo abrumador del instrumentista. Ni americano ni vanguardista ni diferente, los dulces y amables sones de Mozart fueron potenciados en la propina con su Andante K315, ésta al menos una composición más interesante en la que Pahud desplegó su amplio sentido melódico y su generosa habilidad virtuosística. El concierto arrancó con una página de Gershwin poco transitada en Europa como es la Obertura Cubana, que compuso tras una hilarante visita a La Habana en 1932. Ritmos caribeños llevados al terreno de quien se había curtido en los extravagantes ambientes de Ziegfeld, puro glamour y exceso que reclaman un mayor equilibrio en los planos sonoros y más meticulosidad en las líneas armónicas y melódicas. No obstante su exuberancia y espectacular dramaturgia tuvieron una respuesta enérgica y brillante por parte de la orquesta y su director. La percusión caribeña habría entroncado perfectamente con la también utilizada con otros objetivos por Carter en el concierto desechado. La música de Adams fuerza los estrictos límites del minimalismo hasta desembocar en un rico maridaje con el romanticismo tardío. En Harmonielehre se mezcla expresividad con un generoso y abrumador colorido. Halffter logró que su obertura sonara cautivadora con la inestimable ayuda de los muy disciplinados músicos de la orquesta y su insistente sucesión de acordes. A la marcada desolación de tintes urbanos del segundo movimiento siguió la lenta fragua del gran final, con complejos cambios de compás y alcanzando la atmósfera de esta aventura épica con resultados cristalinos y brillantes.

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