Carmen Jarén ha querido rendir homenaje con "Patios de Lebrija" al arte de las fiestas de las cruces de mayo de su pueblo natal. De esta forma, la joven diseñadora ha propuesto una temporada llena de faldas muy voluminosas y volantes con mucho movimiento, escotes muy grandes y con volantes, con predominio del escote en la espalda y camisas muy elaboradas, con muchos encajes y entredoses de estilo romántico.
En cuanto a los tejidos, ha recurrido a las texturas cien por cien naturales, como linos, algodones y satenes.
Dentro de la paleta de colores, predomina el azul marino, el rojo y el beig, combinando los lunares y los lisos. Los vestidos de lino lisos se presentan decorados con encajes y destacan los lunares realizados con cordón. Como complementos, mantoncillos de hilo de seda.
