La segunda semana de la Bienal fue recibida ayer con parabienes por parte de su director, Cristóbal Ortega, quien valoró «muy positivamente» el transcurso del certamen «con llenos en muchos espectáculos y el importante respeto de la meteorología» que permitió llevar a cabo en su integridad todo el ciclo al aire libre en el Real Alcázar. «Hemos conseguido sacar todas las hermandades con gran éxito», bromeó.
A su lado,Carmen Linares y Jorge Pardo aguardaban para desgranar Cu4tro, espectáculo que presentarán hoy a las 23.00 horas en el Teatro Central, «un horario que le viene muy bien al concierto», apuntó la cantaora. La jiennense detalló que había coincidido muchas veces con Jorge Pardo, Carles Benavent y Tino di Geraldo, «pero nunca se había planteado hacer nada juntos hasta que un día la chispa se encendió en un camerino. Jorge (Pardo) se animó con una taranta que le había enseñado Camarón y salimos al escenario a tocarla sin haber ensayado». Debió salir bien, porque la reunión que ahora propone la Bienal es la extensión lógica de aquella coincidencia azarosa.
«Es importante que los artistas que trabajan juntos tengamos el mismo código, en este caso sucede así;además el del flamenco, como el del jazz, es un código donde cabe mucha improvisación», abundó Carmen Linares. Jorge Pardo definió después Cu4tro como «un proyecto de presente y de futuro, de presente por el concierto del Central y de futuro por el recorrido que pueda tener más adelante». Con respecto a su contenido, el saxofonista invocó a la llamada ceremonia de la confusión de Fernando Arrabal al reconocer que su propuesta, «eminentemente flamenca», no es ajena a influencias que «todo aficionado a la música medio» podrá reconocer, yendo estas de Bach a Jimi Hendrix en algunos casos.
En lo referente a sus compañeros, opinó que «cada uno tiene una personalidad muy definida, pero esas diferencias son las que más enriquecen el encuentro». También recapacitó al respecto del «poder de la imagen»:«Cuando ves un saxofón en el escenario piensas que sólo puede estar haciendo jazz, y si escuchar a una cantaora haciendo un bolero, te sonará a flamenco; son ideas preconcebidas a las que nosotros queremos dar la vuelta», dijo. Finalmente, Carmen Linares subrayó también la presencia de Pepe Torres, «un bailaor muy personal», y Salvador Gutiérrez, «un guitarrista extraordinario».
EL REGRESO DE BAYÓN La compañía de la bailaora sevillana Isabel Bayón ha presentado ya cinco espectáculos en la Bienal. Hoy, a las 20.30 horas en el Lope de Vega, dará a conocer su sexta propuesta en el festival; Caprichos del tiempo, una obra en la que reflexiona «sobre el paso del tiempo y su influencia en nuestros actos, mirando en su memoria para rescatar piezas de ayer y darles un homenaje». Sin nostalgia y haciéndolas encaras el futuro; se escuchan aquí ecos de Paco de Lucía, Ramón Montoya o Manuel Vallejo, «auténticos pioneros en el género», según indicó ayer Bayón, Premio Nacional de Danza en 2013.
La bailaora se acompañará en los cantes por David Lagos, Lámpara Minera de La Unión este mismo año, y Miguel Ángel Soto Londro. Junto a ellos, Bayón reivindicará la atemporalidad del flamenco. Su objetivo, en estos Caprichos del tiempo es poner en valor la herencia y «conjugarla con el aquí y ahora» sobre el escenario.
Isabel Bayón bailará por abandolao, farruca, seguiriya, guajira y alegrías, entre otros estilos. Lo hará con sombrero y bata de cola. Y acompañada de gente con la que se siente «agusto» y que le «aportan», como lleva haciendo desde que en 2001 decidiera crear su propia compañía artística.
