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Carmen Machi: "No cierro las puertas a ‘Aída’ pero vivo otro momento"

el 12 dic 2010 / 20:31 h.

La actriz Carmen Machi actuó recientemente en el Teatro Central de Sevilla.

-¿Cómo es Carmen Machi?

-Es difícil hablar de uno mismo, más si eres actriz y te has metido en tantos personajes que ya no sabes bien quién eres. La verdad es que no tengo ni idea porque me miro bastante poco a mí misma. Pero si tuviera que atreverme a definirme de algún modo, diría que uno de mis rasgos más característicos es la timidez. Pese a que sorprenderá a muchos, lo cierto es que ésta es una cualidad muy de los actores. Cuando nos subimos al escenario todos llevamos una protección, pero en el fondo somos muy reservados. Al margen de esto, soy una persona a quien le gusta ser feliz y disfrutar de la vida.

-¿Se considera afortunada?

-A rasgos generales sí, porque la vida me ha dado las cosas que yo quería y las que me harían lograr la felicidad, en lo profesional y lo personal, un ámbito en el que tampoco tengo problemas, gracias a una familia cojonuda, una relación sentimental estupenda y unos amigos a los que cada vez valoro más, ya que ahí es donde empieza y acaba la dicha personal.

-Es de las que disfruta de las cosas pequeñitas...

-Por supuesto. Con el paso de los años, valoro con mayor razón esos aspectos pequeñitos pero muy gratificantes, puesto que la vida te expone cosas muy grandes delante que incluso llegan a dar miedo, especialmente cuando hablamos de la popularidad, algo complicadísimo y muy difícil de manejar. A ojos del público puede parecer maravilloso y gozoso pero, nada más lejos de la realidad, yo cada vez aprecio más los rincones pequeños, las cosas en dosis reducidas, las reuniones en las casas... Aunque parezca mentira, eso tiene que ver con el miedo a la gente [risas].

-Es la otra cara de la fama...

-Aunque el público me trata muy bien y la vida que yo llevo desde la popularidad ha sido muy generosa conmigo, yo pienso que la fama, tal y como se entiende ahora, no vale para nada. Ese añadido que acompaña a la profesión me sobra al completo, porque no me aporta nada. Y es que, el término "famoso" está mal concebido, porque ser famoso es ser conocido y esto lo puede ser hasta un asesino que ha saltado a la actualidad por cometer un crimen. Diferente es que hay determinados trabajos, como el de actriz o el de periodista, en los que se necesita de los demás. Ustedes escriben artículos para que otros los lean y se difunda correctamente la información, mientras que yo interpreto para que vean y disfruten de mi obra.

-¿Qué encuentra en el teatro que tanto le llena?

-Lo mismo que en la tele. No he dejado este medio. Creo que trabajo en el teatro, el cine y la televisión. Son medios diferentes pero mi trabajo es el mismo. Tampoco me gusta más uno que otro.

-¿Cómo lleva que se le conozca más como Aída que como Carmen?

-Es lógico que me asocien mucho al personaje. Además, es un perfil de mujer al que admiro profundamente y con el que me quito el sombrero, por su valentía y capacidad para disfrutar de la vida. Sin embargo, Carmen Machi no es así, ya quisiera yo. Me da pena defraudar a los lectores pero yo no soy tan buena persona [bromea]. Para un actor es más fácil interpretar algo alejado a uno mismo que un papel que se asemeje a su persona, y el público se olvida de que tras el personaje hay un trabajo y unas técnicas.

-¿Cómo ve Aída sin Aída?

-Fenomenal, aunque me asombra que aún me lo pregunten.

-¿Por qué dejó la serie?

-La salida de esa casa a la que tanto quiero fue difícil, pero para un actor resulta tremendo estar una década en el mismo sitio. En esta profesión queremos trabajar con continuidad pero en diferentes sitios. Necesitamos cambiar, estimularnos, equivocarnos, tener vértigo, tener miedo...

-¿Volverá?

-No hay intención ni tampoco mala intención acerca del regreso. Me lo proponen mucho desde la casa, tantas como vosotros [risas]. La verdad es que si bien hace un tiempo decía que no porque acababa de salir de una separación, ahora no le cierro las puertas, aunque de momento no entra en mis planes. Reconozco que sería curioso pero estaré unos años volcada en el teatro. Dejémoslo en a lo mejor.

-Su máxima aspiración...

-Seguir trabajando. Soy algo vaga pero mi trabajo no me da pereza. Tengo claro que me quiero dedicar a esto desde los siete años, cuando descubrí que quería interpretar las emociones de los demás. Sólo quiero seguir disfrutando de mi profesión.

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