La mujer andaluza se llama Carmen. Este nombre se mantiene entre los diez favoritos para abuelas, madres e hijas andaluzas de los tres grupos de generaciones comprendidas entre las nacidas antes de 1950, entre 1950 y 1979 y a partir de 1980. El Instituto de Estadística de Andalucía (IEA) publica un año más la estadística de nombres y apellidos de los andaluces a 1 de enero de 2008, según informó la institución en un comunicado.
En las generaciones nacidas antes de 1950, los nombres de varones más frecuentes son José, Antonio y Manuel, y en el caso de las mujeres son María, Carmen y Dolores.
Para las generaciones nacidas a partir de 1980, los nombres masculinos más habituales son Antonio, Manuel y, como novedad respecto a generaciones anteriores, Alejandro. Las niñas, por su parte, tienen nombres como María, Rocío y Cristina.
En las generaciones nacidas antes de 1950, José, Antonio, Manuel y Francisco representan el 40% de los nombres de varones, y en las nacidas entre 1950 y 1980, estos cuatro nombres continúan siendo los más frecuentes, pero su peso en el conjunto desciende a la mitad, suponiendo sólo el 21% de toda la generación.
Por el contrario, en las generaciones más recientes aparecen nombres emergentes, prácticamente desconocidos en las generaciones más antiguas, como Alejandro y David.
En los nombre de niñas, los de Francisca, Antonia, Josefa y Dolores, muy frecuentes en las generaciones más antiguas, han desaparecido de las preferencias habituales en las generaciones recientes. Igual que en el caso de los niños, a lo largo del siglo XX el catálogo de nombres disponibles para las niñas se ha ampliado considerablemente en las generaciones más jóvenes, de este modo, si bien los diez primeros nombres suponen un 43% del total de nombres de las abuelas, entre las madres representan un 26% y un 20% entre las hijas.
El apellido más frecuente es el de García y en términos relativos los que más crecen son los de muy baja frecuencia. Sobre todo, aumentan los de origen asiático o luso (Rodrigues, Zhang y Da Silva).
Los primeros apellidos que más crecen en términos absolutos son también los más frecuentes: García, Rodríguez, López, González, Sánchez y Fernández, que suben en más de 1.000 personas en cada apellido entre los residentes de 2008 en comparación con 2007.
