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La Casa del Vigía, símbolo histórico

La obra de la Casa para los servicios de la Barra se llevó a cabo durante 1906. Fue construida con pisos de hormigón armado y se trata del primer edificio de Huelva en el que se utilizó este material.

el 24 jul 2014 / 09:30 h.

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Casa del Vigía - Mónica Bautista A pesar de está enclavada en una duna de arena finísima, su estructura no se resiente / Mónica Bautista Se encuentra en territorio mazagonense y llegar a ella no es muy difícil. Basta con llegar a la urbanización Ciparsa, ubicada en la margen izquierda de la desembocadura de la ría. Y es que a comienzos del siglo XX el canal de entrada de Huelva estaba muy alejado. Por eso se construyó en su proximidad una casa para el personal que verificaba periódicamente los sondeos y se encargaba de comunicar por línea telefónica todas las incidencias de la navegación. Además el Vigía se controlaba las observaciones meteorológicas, el estado de la mar y de la draga Huelva, así como de la disposición de las luces de las boyas y de tomar nota de todos y cada uno de los nombres de los buques que entraban y salían y los accidentes que se producían en la zona que se divisa desde ella. La obra de la Casa para los servicios de la Barra se llevó a cabo en su totalidad durante el año 1906. Fue construida en la misma duna, con armazón y pisos de hormigón armado, sostenida por 16 postes. Se trata del primer edificio de Huelva en el que se utilizó este material constructivo y en él existían habitaciones suficientes para albergar al vigía, a su familia y al personal de sondeos y sus oficinas, un observatorio desde donde se divisaba la Barra, las luces de enfilación y gran parte de la ría y se hallaban instalados los aparatos meteorológicos junto a un pequeño torreón con terraza. Proyecto. Los planos y estudios de este edificio los redactó el ingeniero y director Francisco Montenegro y Calle el 23 de noviembre de 1904. El proyecto fue aprobado por tres Reales Órdenes, publicadas en los días 27 de diciembre de 1904, el 9 de marzo de 1905 y el 1 de febrero de 1906, de forma que la recepción de las obras de hormigón se verificó dos años después, el 24 de abril y el resto el 13 de diciembre del mismo año. El sistema de construcción empleado se elogió bastante en su época, pues a pesar de que la casa estaba enclavada en una duna de arena finísima que el viento arrastraba con facilidad, no se resintió su estructura ni se produjo perturbación alguna con las corrientes de arena que se producían, ya que estaba montada sobre pilares que no presentaban obstáculo al paso de las mismas. El edificio tiene historia, tanta como años lleva en las arenas onubenses. Una de las curiosidades que encontramos es que el turno del Vigía que la habitaba duraba una semana, y le hacían llegar la comida a través de barcos de vapor. Además fue uno de los puntos clave en conflictos bélicos como la Guerra Civil o la II Guerra Mundial. De hecho, y a pesar de la posición neutral de España en esta última, la Casa del Vigía se convirtió en una pieza clave en la batalla entre las Potencias del Eje y los barcos de los aliados. Restauración. Este símbolo onubense se restauró en 2006 por parte de la Autoridad Portuaria de Huelva, quien lo cedió al Ayuntamiento de Palos de la Frontera por veinte años prorrogables. Un acuerdo en el que se incluyó la Pasarela de Pesca Deportiva y por el que ambas entidades se comprometieron a financiar la rehabilitación. Son muchas las voces que claman porque la construcción sea declarada Monumento Histórico y que se convierta en un enclave cultural desde el que se cuente el pasado onubense. Una historia vivida por las aguas que bañan las playas sobre las que ahora descansan piezas que forman parte de la historia. Como bien indica José Antonio Mayo «Mazagón tiene mucha historia para contar a sus visitantes sin necesidad de ser inventada». Y la Casa del Vigía es uno de esos símbolos onubenses que no se pueden dejar caer en el olvido.

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