Local

Casarse cuesta un 10% menos por la crisis

Casarse cuesta hoy un 10% menos que hace un año por la crisis. Antonio Gómez, organizador de bodas con su empresa Novias de Sevilla, que lo gestiona todo menos buscar cónyuge, fija la horquilla de precios entre 13.000 y 30.000 euros y asegura que las modas están cambiando una barbaridad.

el 15 sep 2009 / 08:45 h.

TAGS:

Casarse cuesta hoy un 10% menos que hace un año por la crisis. Antonio Gómez, organizador de bodas con su empresa Novias de Sevilla, que lo gestiona todo menos buscar cónyuge, fija la horquilla de precios entre 13.000 y 30.000 euros y asegura que las modas están cambiando una barbaridad.

En abril pasado, una pareja de recién casados sevillanos fue saludada, sables láser en alto, por un piquete de caballeros jedi vestidos a lo Obi Wan Kenobi que formaban pasillo delante del juzgado. Al entrar en el salón de celebraciones, en lugar de Mendelssohn sonó la Marcha Imperial de Darth Vader.

A Antonio Gómez, que lo organiza todo desde el lado oscuro, la fuerza suele acompañarlo, aunque cada vez le piden cosas más raras los contrayentes. Todo se debe a las ansias de originalidad y desenfado de las parejas, que de muy poco tiempo a esta parte tienden a convertir las bodas en pequeños espectáculos epatantes y presuntuosos generalmente carentes de etiqueta. Lo cual no es en sí mismo bueno ni malo: es lo que hay. "El protocolo se ha relajado un poco", asegura este profesional del ramo, nunca mejor dicho. Los años pasan y las modas cambian, salvo la de casarse: el año pasado se celebraron 10.600 bodas en Sevilla, 700 de ellas por lo civil.

Desde hace poco, los niños ya no suelen ser bienvenidos en las celebraciones. Se dice a las claras en la misma tarjeta de invitación, y eso ha dejado en casa a más de una pareja de padres seriamente enfadados con los novios por considerarlo una grosería y un insulto, con agravante de desfachatez. "Es un poco violento, sí, pero es la realidad."

La intención de los novios, según Antonio Gómez, es abaratar el coste de la celebración y, de paso, impedir que los amigos con prole, "que suelen ser precisamente los de su quinta y con los que quieren estar", se marchen del convite en ese emotivo instante en que, abriéndose por fin la barra y acoplándose el micro de la cantante al espeluznante son del sssssssí, sssssssí, los chiquillos empiezan a patear a sus progenitores y a desplegar su arsenal persuasivo para que los lleven a casa.

A lo baratito . Desde las despedidas de soltero hasta el viaje, la firma que dirige Antonio Gómez (www.noviasdesevilla.com) le viene a los mermados bolsillos de las parejas como el aceite a las espinacas, ya que se encarga de todo gratis: son las empresas las que pagan por el negocio que se les hace. Su dueño se declara capaz de prepararlo todo en dos meses, que por otra parte es algo que hace mucho. "Ahora, muchas bodas se plantean con poco margen de tiempo por razones sobre todo de inestabilidad laboral. La gente aprovecha que le sale un contrato temporal y se casa con los ahorrillos."

Queda claro que la moda actual viene determinada por el ahorro. Lo común empieza a ser no comprarse el traje sino alquilarlo y dedicar la diferencia a otras cosas. De este modo, una novia se gasta entre 230 y 250 euros, en vez de los 1.800 que puede llegar a costar su indumentaria. Alquilar el chaqué sale por unos 70 euros. Que por cierto, el color blanco tiende a desaparecer de las bodas civiles... pero sólo en los trajes de las novias; ellos lo han adoptado para sus chaqués, prenda todavía de rabiosa actualidad.

Con el precio del cubierto entre 55 y 120 euros, los recién casados tienden a dejar el número de invitados por debajo de cien y nada reciben con más alegría que el dinero. Hace ya tiempo que no se estila la lista de bodas, sino incluir en la invitación un número de cuenta o regirse por la antigua costumbre del sobrecito. Con ellos se cubre sobradamente el gasto en gifts o pequeños obsequios a los asistentes; aunque el puro pasó a la historia, se dan flores, chocolatinas, corbatas, marcapáginas, abanicos y cacao para los labios.

  • 1