Cuidado con el "populismo" aparejado a las redes sociales de internet, porque impiden el debate, conllevan un nuevo sistema de "agitación política y social" y desafían la democracia con otra directa o asamblearia. Cuidado con la ausencia de rigor, credibilidad y profesionalidad que circula por la red. Cuidado con la creación intelectual, pues corre peligro de desaparecer ante ese sentir de que cualquier conocimiento ha de ser gratuito.
Cuidado si consentimos que los periódicos desaparezcan ya que, aunque este modelo está en quiebra -seguirá afectando al empleo entre las profesiones tradicionales de las redacciones y exigirá más concentración entre los grupos-, no hay aún alternativa económica exitosa entre las empresas de comunicación de internet y, para que no sean "pasto del populismo", los ciudadanos requieren de un trabajo periodístico que "vuelva a sus raíces".
Son las reflexiones que el consejero delegado del grupo de comunicación Prisa, Juan Luis Cebrián, lanzó ayer en Sevilla en el marco del Foro Innovatec, que organizan Cartuja 93 y Cajasol. En su ponencia El pianista en el burdel -el título inicial de su último libro y en el que habla de la profesión periodística-, habló de los cambios que internet y las redes sociales han deparado para la sociedad en general y la labor de los medios de comunicación en particular.
Negro panorama para los periódicos. "Si queremos que sigan existiendo, debemos volver a las raíces, contar verdad, verificar los datos, contarlos". En internet, indicó, "nada de esto ocurre, nadie comprueba nada", de manera que, parafraseando a Clarín cuando se descubrió el telégrafo, podría convertirse en el "chismoso internacional".
Hasta media docena de veces mencionó esa falta de rigor, profesionalidad y credibilidad en la que puede acabar la información que circula por internet. Pero advirtió, además, de la pérdida de calidad de la información en los periódicos por efecto de la crisis económica y la caída de ingresos publicitarios y lectores, un cóctel que, sostuvo, hace imposible "invertir en conocimiento y capital humano". Y si no existen medios de comunicación adecuados, sentenció, disminuirán los controles sobre la corrupción.
Cebrián argumentó que mientras que los ciudadanos están asumiendo con rapidez los cambios tecnológicos -las compañías que funcionan en la red, recordó, han sido creadas en dormitorios universitarios y garajes de EEUU por los jóvenes, "no por grandes corporaciones ni gobiernos"-, los políticos aún revelan en esta materia gran desconocimiento y cierta parálisis ante las innovaciones, e igual sucede con el "poder económico" y los profesionales. Y citó el protagonismo de las redes sociales en la campaña electoral de Barack Obama, actual presidente de EEUU. "Ganó [los comicios] gracias a la red". Ésta es "muy eficaz" para la movilización, no para el debate. "¿Es la antesala del populismo o el populismo mismo?", se preguntó.
La democracia, agregó, posee en el imperio de la ley la base de su funcionamiento, pero en la red de internet "la ley no es la ley, sino el software", se quejó, a la vez que denunció el daño que la violación de la propiedad intelectual puede representar para la labor creativa ante la ausencia de garantías jurídicas. Esto arrastra a un empobrecimiento "preocupante" de la capacidad de desarrollo de los países.
Mientras, la de los periódicos, insistió, es ahora una historia de "supervivencia" e incluso existen datos -diarios cerrados en EEUU, pérdida de lectores, despidos en la prensa- que indican "que pudieran" cumplirse los augurios de quienes vaticinan la desaparición de los periódicos. Y éstos, bromeó, ni siquiera sirven, como antaño, "para educar a perros o envolver el bocadillo o el pescado".
"Es necesario que el Gobierno español y los gobiernos europeos se planteen seriamente la desaparición o la reducción seria del IVA para la prensa escrita, si quieren que ésta siga existiendo", dijo antes de su ponencia.
