En las últimas décadas la fotografía ha alcanzado una dimensión extraordinaria en el desarrollo del arte contemporáneo. Los mas importantes eventos y las galerías mas significadas del panorama internacional han dado testimonio de cómo la interpretación sensible de la realidad tiene en la fotografía, definitivamente, una manera apasionante de hacernos partícipes a los espectadores del hecho de la creación humana. Las barreras artificiales establecidas entre el fotorreportaje y la fotografía creativa han desaparecido. El desarrollo espectacular de las nuevas técnicas de la información y de la comunicación han desbordado los horizontes artísticos, pero las veteranas formas fotográficas y cinematográficas, estáticas y dinámicas, sobrevuelan sobre ellas, a la manera como la mar, siempre igual y distinta, se nos manifiesta en nuestra percepción de la naturaleza. Así, visitar el CAF (Centro Andaluz de la Fotografía) de Almería se convierte en una experiencia impagable para sentir la ciudadanía del mundo. Las exposiciones actualmente abiertas, "Huellas", de Humberto Rivas, e "Intercity", de Gabriele Basilico, son testimonios de cómo las ciudades y sus habitantes constituyen, mediante la fotografía, un mundo integrado, una comunión de la gran y pequeña escala, del paisaje metropolitano y de la plasmación de los avatares cotidianos en el rostro humano; una definición dual, social y personal, de la huella del tránsito de los individuos por la vida, por el mundo.
Es fascinante observar, reunidas en "Intercity", las singulares instantáneas urbanas de los recorridos de Gabriele Basilico por diversas ciudades en los años transcurridos del nuevo siglo. Huellas de la historia presente captadas por el ojo de un arquitecto fotógrafo que hace treinta años optó por esta vertiente de creación/investigación. Picados y contrapicados de fragmentos urbanos que, como dice Marc Augé, son fotografías del tiempo, formas espaciales que nos ayudan a percibir la historia de la que proceden y a imaginar el porvenir que les esperan.
Venturoso momento aquel de 1992 en el que la Junta de Andalucía tomó la sabia decisión de poner en marcha el CAF, de la mano de Manolo Falces y a partir de los fondos del proyecto Imagina, iniciado un par de años antes, y que tuvo su hito excepcional en la presencia en Almería de Henri Cartier-Bresson. Tras la reciente celebración de "Enfoques", el Primer Encuentro Internacional de Centros de Fotografía, el CAF se reafirma como una institución consolidada y prestigiosa.
Dirigido en esta nueva etapa por Pablo Juliá, la excelente sede del antiguo Liceo de Almería, es un magnífico ejemplo de rehabilitación arquitectónica y urbana muy bien concluida por la arquitecta Mercedes Miras, y revela cómo la iniciativa y los recursos públicos, mediante la fuerza diseminadora del Estado de las Autonomías, pueden contribuir a esta universal celebración de la acción creadora de los seres humanos mediante la fotografía, haciéndonos sentir el orgullo de ser andaluces.
Catedrático de Arquitectura de la Hispalense
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