Quienes quieran darse un chapuzón en las piscinas de Carmona tienen una opción menos: el Ayuntamiento acaba de cerrar la piscina climatizada porque entrar en el edificio puede resultar peligroso debido a problemas en su tejado.
La alcaldía, que ostenta Antonio Cano (PSOE) ha prohibido, a través de un decreto firmado el miércoles, el acceso a la piscina climatizada de la localidad por los problemas de seguridad que presenta su cubierta.
Según el Ayuntamiento, los daños se encuentran localizados en su cubierta telescópica, cuyo sistema permite la apertura y cierre de la misma en función de las necesidades del servicio y de las condiciones climáticas.
Según el informe elaborado por los técnicos municipales, la cubierta de la piscina se ha salido de la guía del techo durante una maniobra de la misma "por parada accidental del sistema motorizado del suelo, que unido al arrastre continuado en techo origina la salida de la guía".
El decreto municipal ordena a la empresa concesionaria de la piscina a efectuar "con carácter inmediato" las medidas necesarias para restaurar las condiciones de seguridad para los usuarios y trabajadores del complejo deportivo.
Para ello, la empresa debe efectuar las obras de reparación, que consistirían en el reengarce de la cubierta en la guía y el arreglo del tramo descolgado. Además se debería comprobar el sistema automático de los motores que arrastran la cubierta.
Hasta la realización de estas obras, el informe técnico en el que se ha basado el Ayuntamiento señala que, también con carácter inmediato y por razones de seguridad, se debe prohibir el acceso a la zona de la piscina climatizada, excepto al personal técnico que la tiene que reparar.
En cualquier caso y ante el peligro que presenta la cubierta, el Ayuntamiento lleva a cabo una actuación de emergencia en la misma para impedir que se agrave su situación.
Al aire libre. Las actividades municipales de natación se trasladan por este cierre a las piscinas al aire libre anexas a la piscina climatizada. Eso sí, cursillistas y bañistas libres deberán compartir estas instalaciones en mitad de la canícula, cuando todo el mundo siente al mismo tiempo la necesidad de darse un chapuzón refrescante.
