La Guardia Civil y la Gendarmería francesa han respondido al último asesinato de ETA, que costó la vida a un agente español de la Benemérita, de la manera más contundente posible, deteniendo en una brillantísima operación policial conjunta al cabecilla de la banda terrorista y a tres de sus colaboradores principales. Pese a las dudas que muestra el PNV sobre la importancia real dentro de ETA de los detenidos en un golpe policial que para el Gobierno ha sido letal, todas las fuerzas políticas destacan la relevancia de los terroristas apresados. ETA habría quedado descabezada con la intervención en el piso de Burdeos. De entrada se han evitado ya varios atentados casi ultimados por los arrestados, según los responsables policiales. Evidentemente, no ha sido un golpe policial cualquiera. La caída del veterano militante etarra Francisco Javier López Peña, alias Thierry, responsable de poner fin a la tregua con las bombas de la T-4 en Madrid marcará a corto plazo un antes y un después en la banda. Los gobiernos español y francés hacen bien en celebrar el éxito de la intervención por que hay motivos sobrados para ello. La actuación policial no sólo refuerza el compromiso del país vecino en el combate contra los etarras. También certifica ante la opinión pública española la implicación sin matices del presidente Sarkozy en el difícil camino emprendido para acabar con el terrorismo de ETA. La eficacia y coordinación es hoy la única opción, que contribuyó a afianzar el propio Thierry cuando hizo saltar por los aires la esperanza colectiva que supuso la tregua. La identidad de los otros tres detenidos en la redada en Francia -ayer fueron arrestadas dos personas más- vuelve a demostrar, por si quedaba alguna duda, que Batasuna y ETA forman parte del mismo conglomerado terrorista. La operación policial no blinda a la sociedad española contra el terrorismo. ETA ha demostrado a lo largo de su brutal historia ser una 'serpiente de las mil cabezas'. Pero desde luego supone un paso casi estratégico para conseguir el fin del terrorismo etarra.
