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Chaparro va consiguiendo cosas

Paco Chaparro tendrá 65 años, que los tiene, pero se recicla como un chaval que empieza. Sabe mejor que nadie que la modernización le asusta a Lopera, porque en muchos de los casos detrás de esa palabra está otra que le molesta mucho más, que es la inversión, pero poco a poco va consiguiendo cosas.

el 14 sep 2009 / 22:48 h.

Paco Chaparro tendrá 65 años, que los tiene, pero se recicla como un chaval que empieza. Sabe mejor que nadie que la modernización le asusta a Lopera, porque en muchos de los casos detrás de esa palabra está otra que le molesta mucho más, que es la inversión, pero poco a poco va consiguiendo cosas. Ya trabaja para el Betis un endocrino, que controla la alimentación del grupo y que ha logrado que algunos de los jugadores que no estaban en su peso ideal se acerquen mucho más a él. Sobre todo los jugadores sudamericanos, de todos los equipos, vienen con una alimentación de base muy rica en proteínas, por el abuso de las carnes rojas, tan típicas en los asados argentinos y no menos tradicionales en la gastronomía brasileña. Sin embargo, no suelen estar muy acostumbrados a los beneficios del pescado, tan importante en la dieta mediterránea. Por poner un ejemplo del pasado, en alguna peña sevillista se formó incluso una especie de revuelta porque invitado a comer mariscos y pescado, básicamente, algún futbolista de la plantilla exigió carne de malos modos, no propios de un invitado con clase. Sirva el caso para explicar las diferencias en la alimentación que hay en un grupo internancional, como son todas las plantillas de Primera División, la del Betis igual. También está colaborando una psicóloga en el club verdiblanco. Ya conocemos, por pequeños o grandes detalles, que ese trabajo le apasiona a Chaparro y que lo considera muy importante para que el futbolista pueda rendir incluso por encima de lo que le permitiría su calidad futbolística.

¿Positivismo o conformismo? Habría que enumerar muchas excepciones a la hora de hablar de este tema, el primero de ellos José María del Nido, tan ambicioso como el que más y convencido de que ganar hasta que no te deje el rival es el único objetivo de un club de fútbol. Pero el caso es que entre corrillos de futbolistas y de gente del entorno del equipo, después de caer en Copa ante el FC Barcelona, se hablaba de que podría venir bien para preparar mejor los partidos de Liga, sobre todo en este mes que se jugarán también los cuartos de final del torneo del KO. Y sobre todo, para descansar mente y cuerpo en vísperas del enfrentamiento de Champions League ante el Fenerbahçe, que será ya en febrero. Se puede entender que los que así piensan son positivos, que extraen consecuencias buenas ante el hecho ya incuestionable que es la eliminación, pero también se puede observar un conformismo y una falta de ambición del actual campeón que lo es por algo. Esa posibilidad, sustentada también en el discurso de algunos de que se ha caído ante todo un Barça sin perder ni uno de los partidos, es muy peligrosa, porque para ganar primero hay que creer en que se puede y se debe hacer.

Figger ya 'manda' menos. Juan Figger, intermediario uruguayo, como Paco Casal, pero que controla el mercado brasileño mucho más que el de su país de nacimiento, tenía mucha fuerza en España y también en el Sevilla, donde se le recibía con alfombra roja primero porque tenía y tiene futbolistas interesantes en su cartera, y segundo porque venía de la mano de su ayudante en España, Herminio Menéndez, que lógicamente manejaba contactos en el Sevilla desde su etapa como director general del club. Por ejemplo, Figger colocó a Renato con un sueldo por entonces de estrella para el Sevilla, cobrando mucho más que otro de sus representados, Julio Baptista, al que también trajo al Sevilla. Sin embargo, últimamente no consigue cerrar trato alguno con el Sevilla, quizá por el desgaste de la negociación de renovación con Baptista, que terminó marchándose al Real Madrid. Por eso, y por muchos motivos más, Maldonado, el jugador chileno del Santos brasileño, no ha interesado al Sevilla, club utilizado para hacerle sonar el mercado.

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