Chaves, que lleva una semana defendiéndose de los ataques del PP y denunciando su "campaña" para atacarle políticamente dañando a su familia, incidió ayer en criticar una estrategia "impropia de la democracia" que pretende "condenar" a su familia a la "muerte civil" y que "provoca vergüenza ajena y náuseas". Los populares respondieron registrando una proposición no de ley pidiendo su reprobación por su "incapacidad" para "dar explicaciones" sobre "múltiples escándalos" durante su gestión en la Junta.
Los diputados del PP Ricardo Tarno y Rafael Merino fueron los encargados de lanzar las preguntas, por sexta sesión consecutiva, a Chaves y reclamar su dimisión resucitando el clásico "váyase". "Se ha convertida en el gran problema del PSOE, hoy le aplauden y ríen sus insultos a la oposición pero luego se niegan a defenderle y le ponen fecha a su marcha", alegó Tarno, para quien el trabajo de Ivan puede ser "legal" pero "feo sí que es".
Sin embargo, como ya hicieran en su día los ministros Alfredo Pérez Rubalcaba y José Blanco, ayer el responsable de Presidencia, Ramón Jáuregui, volvió a confirmar su "plena confianza" en Chaves y denunció "la injusta persecución personal" que está sufriendo. Desde el PSOE, el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, también dejó claro que Chaves "tiene todo el apoyo del partido" porque "es un hombre honesto" y "es el presidente del PSOE precisamente por eso".
Desde la bancada socialista en el Congreso Chaves también recibió el calor de los suyos, que jalearon con gritos de "torero" sus duras palabras a los populares, a los que acusó de ponerse "el Estado de Derecho por montera" y de asumir que la política "pueda ser así de canalla".
El también ministro de Política Territorial calificó de "basura" la campaña de los populares que, dijo, presenta paralelismos "milimétricos" con la emprendida en vísperas de las elecciones europeas por la concesión de una subvención a la empresa Matsa, de la que su hija Paula era apoderada. Chaves denunció que de nada sirva que los empresarios aludidos en las denuncias desmientan toda vinculación con su hijo Iván, como hizo ayer CajaGranada, que negó "cualquier relación con esta persona ni personal ni profesional" y apuntó su deseo de mantener a la entidad "al margen del debate político".
Y si en el Congreso el PP pedirá la reprobación de Chaves, en el Parlamento andaluz preguntarán al Gobierno cuántos consejeros se reunieron con su hijo Iván y qué asuntos trataron.
La ofensiva continúa y los familiares de Chaves están en el ojo del huracán. Ayer trascendió la imputación de su hermano Fernando, candidato en Arahal (Sevilla) por injurias contra un edil independiente y revelación de secretos.