El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, continúa criticando y haciendo afirmaciones, cuanto menos, curiosas. Ayer aseguró que recibirá en Buenos Aires al Príncipe de Asturias que le "trae un mensaje personal" del rey Juan Carlos. Además, calificó de "victoria de mierda" el no al referéndum sobre su reforma constitucional.
"Nos han pedido que en Buenos Aires reciba al Príncipe de Asturias que trae un mensaje personal del Rey", dijo Chávez, quien tiene previsto asistir a la toma de posesión de la nueva presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, el próximo día 10.
"Yo le voy a recibir... yo soy un caballero... yo le tengo mucho afecto al Príncipe", manifestó el líder venezolano, antes de recordar que el heredero de la Corona española viajó a Venezuela cuando los deslaves de Vargas que causaron miles de muertos en diciembre de 1999. Sin embargo, aunque es cierto que don Felipe representará en Buenos Aires al Estado español en la toma de posesión de Cristina Fernández de Kirchner, no está previsto que se reúna con Chávez ni que le lleve ningún tipo de mensaje del rey Juan Carlos. La Casa Real niega que exista ningún tipo de cita entre ambos. Desde el incidente entre el venezolano y el monarca en Chile, Chávez no ha dejado de repetir que el Rey debía excusarse.
Palabras duras. Mientras tanto, a su historial de iras verbales añadió Chávez nuevos titulares. Llamó "victoria de mierda" la obtenida por la oposición con el rechazo en un referéndum a su propuesta de reformar la Constitución, e insistió en que "otra vez" será sometida a un veredicto electoral. "Fue una victoria de mierda y la nuestra una derrota de coraje", declaró Chávez en una rueda de prensa del alto mando militar que había sido convocada por los jefes del Ejército, la Marina, la Aviación y la Guardia Nacional (Policía militarizada) para rechazar que el gobernante fuera presionado para que admitiera la victoria del "no".
Más bien algunos militares, reveló Chávez sin identificarlos, le recomendaron hacia la medianoche del domingo que esperara el recuento de todos los votos, al prever que el "sí" a la reforma podría remontar, aunque siempre muy estrechamente. "Para mí fue la mejor derrota" porque la "victoria pírrica" de su propuesta "más bien hubiese sido catastrófica" y "a estas alturas este país estaría incendiado y nunca hubiera quedado claro quién ganó; las dudas hubieran apuntado con razón contra mí", sostuvo.
Repitió que la propuesta será sometida en fecha no precisaba a una nueva consulta. Chávez intervino de forma inesperada cuando ya había transcurrido buena parte de la rueda de prensa de los militares, quienes, al grito de "patria, socialismo o muerte", negaron las versiones sobre sus supuestas presiones al gobernante para que no se atreviera a desconocer el revés electoral. El ministro de Defensa, general Gustavo Rangel, subrayó que el reconocimiento de Chávez al triunfo del "no" a la reforma evidenció, "la voluntad democrática de este hombre de excepción, a quien un rey mandó a callar y que ahora él ha callado al mundo".
