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Cheney ocultó al Congreso de EEUU un programa antiterrorista de la CIA

La CIA ha ocultado al Congreso norteamericano la existencia de un programa antiterrorista durante los últimos ocho años por orden directa del ex vicepresidente Dick Cheney. Así lo ha reconocido el director del servicio de inteligencia estadounidense, León Panetta.

el 16 sep 2009 / 05:37 h.

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La CIA ha ocultado al Congreso norteamericano la existencia de un programa antiterrorista durante los últimos ocho años por orden directa del ex vicepresidente Dick Cheney. Así lo ha reconocido el director del servicio de inteligencia estadounidense, León Panetta.

En dos comparecencias diferentes celebradas a puerta cerrada el mes pasado, Panetta, designado en el cargo el pasado mes de enero por el presidente, Barack Obama, aseguró que había ordenado la suspensión de ese programa el 23 de junio, cuando conoció su existencia a través de un subordinado.

Según informa The New York Times, miembros de los servicios de inteligencia y del Congreso aseguraron que el programa, cuyos detalles permanecen aún sin conocerse, se inició tras los atentados del 11-S pero nunca llegó a estar completamente operativo; sólo se realizaron labores de planificación y entrenamientos desde 2001 hasta 2009. Además, señalaron que ese plan antiterrorista no está relacionado con el controvertido programa de interrogatorios.

El rotativo recuerda que en los meses siguientes a los atentados contra las torres gemelas, ante el temor a un nuevo atentado de Al Qaeda, los dirigentes de los servicios de inteligencia norteamericanos propusieron medidas radicales para evitar ataques.

De los principales dirigentes de la Administración del ex presidente George W. Bush, Cheney ha sido siempre uno de los mayores defensores de las técnicas de interrogatorios utilizadas por la CIA en la lucha contra el terror y posiblemente el más crítico con el Ejecutivo de Obama por revelar algunos de los métodos utilizados, como el waterboarding o ahogamiento simulado. Hasta ahora siempre ha defendido que la revelación de estas técnicas de interrogatorios podría poner en peligro la seguridad nacional.

El periódico neoyorquino asegura que trató de ponerse en contacto con Cheney a través de sus familiares para preguntarle al respecto, pero sus esfuerzos fueron infructuosos. Un portavoz de la CIA, Paul Gimigliano, no quiso hablar sobre la posible implicación de Cheney y se limitó a señalar que "cuando un agente de la CIA trasladó esa información a Panetta, lo hizo recomendando que fuese compartida apropiadamente con el Congreso".

Las leyes estadounidenses exigen al presidente de Estados Unidos que se asegure de que los comités de inteligencia de la Cámara de representantes y del Senado están "plenamente informados" sobre las actividades realizadas por los servicios de inteligencia. Que las autoridades desconociesen la existencia de este programa durante ocho años por deseo expreso de Cheney, señala The New York Times, aumenta el misterio que gira en torno a él.

Mientras tanto, un nuevo informe publicado el sábado revela que los esfuerzos del Gobierno de George W. Bush por impedir un nuevo atentado terrorista en suelo estadounidense tras el 11-S iban mucho más allá del polémico programa de escuchas sin orden judicial. En el documento, de 43 páginas, un equipo de cinco inspectores generales concluyeron que el ex presidente ideó un extenso programa de actividades de inteligencia secretas que generaron poderes "sin precedentes" al Gobierno en materia de espionaje. En el periodo previo a los atentados del 11-S, la llamada Ley de Supervisión de Datos de Inteligencia sobre Extranjeros, que data de 1978, fue vista como la principal herramienta de las autoridades estadounidense para interceptar comunicaciones en pro de la seguridad nacional. En los días posteriores al 11-S, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA en sus siglas en inglés) se basó en esta ley para reunir información de inteligencia sobre los atentados.

En esa fecha, el entonces director de la CIA, George Tenet, preguntó al director de la NSA si la agencia podía hacer más contra el terrorismo, a lo que éste le respondió que todo lo demás excedía sus competencias.

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