La Policía china arrestó ayer a cerca de 100 monjes tibetanos tras una protesta en la provincia noroccidental de Qinghai, en una zona de mayoría tibetana. Según la agencia de noticias Xinhua, varios de los detenidos, entre ellos 93 monjes del monasterio de La'gyab, atacaron la víspera la comisaría local, en la prefectura autónoma tibetana de Golog, según informó ayer la edición digital de El País.
Los disturbios se produjeron en represalia por la desaparición de un monje tibetano que se escapó de la custodia policial en Qinghai, y que permanece como desaparecido. El hombre estaba acusado de "actividades ilegales" y de apoyo al separatismo tibetano. En el ataque a la comisaría tomaron parte habitantes de la zona y más de un centenar de monjes tibetanos del monasterio. Los manifestantes asaltaron la comisaría, arrasaron el edificio y causaron heridas leves al personal que estaba en el interior. Las autoridades locales buscan a varios monjes que huyeron después de participar en la revuelta.
El incidente sucede sólo unos días después de que se cumpla un año de los disturbios ocurridos en Lhasa el pasado 14 de marzo entre monjes tibetanos y las autoridades chinas, que dejó un número no contrastado de fallecidos. Por esta razón y por el 50 aniversario de la fallida revolución tibetana contra su ocupación por China, el Gobierno reforzado la seguridad.
