Unas instalaciones sin papeles en regla y distintas irregularidades detectadas en una inspección de técnicos de la Unión Europea la pasada semana, llevaron al Ayuntamiento de Sevilla a clausurar el pasado jueves de forma cautelar el matadero de Mercasevilla, que gestiona desde el año 1996 la empresa Gesesur. Según informaron ayer fuentes municipales, ante esta situación, el Consistorio ha procedido al cierre de las instalaciones hasta que la empresa las corrija. Y aunque no quisieron precisar el tipo de irregularidad detectada, sí señalaron que al parecer la empresa mataba los animales en un edificio anexo al que está homologado por la UE, que no tiene los papeles en regla, y que funcionaba un poco al margen. Carmen Olía, gerente de Gesesur 2, informaba a Europa Press que todo responde a la necesidad de realizar una serie de obras en tres cámaras. No hay incidencia en materia sanitaria, defendió. En cuanto a la carga de trabajo, ésta ha sido repartida entre otros mataderos, si bien Gesesur 2 espera reabrir este mismo viernes el matadero con el beneplácito del Ayuntamiento de Sevilla. En el Consistorio insistían en que el matadero es privado, que el Ayuntamiento no se dedica a la matanza de carne, y que no saben cómo se van a abastecer ahora las pequeñas carnicerías que se surten en el matadero. Desde el comité de empresa de Mercasevilla señalaban que no es la primera vez que tienen que clausurar el matadero desde que fue privatizado en época de Soledad Becerril, y apuntan a que esta misma situación es la que están denunciando ahora a raíz de la intención del Ayuntamiento que preside Juan Ignacio Zoido de privatizar la lonja de pescado, con la pérdida de control sanitario que supondría. Hay que destacar que, según la auditoría sobre la actividad de Mercasevilla en 2012, el matadero tuvo un incremento del 12,22% en cuanto a sacrificio de animales. En este punto hay que reseñar también el sacrificio de caballos en las instalaciones del matadero del Merca, que a lo largo del año pasado se triplicaron respecto a 2011 y su carne se vende sobre todo en Rusia, Francia e Italia. Aunque las irregularidades que han llevado al cierre no están claras, lo cierto es que la UE se está controlando de manera exhaustiva en los últimos la carne equina.
