Economía

Circuito de solidaridad contra la crisis

"Sin su ayuda no sé qué habría hecho". Como Juan Poveda, cientos de sevillanos en paro reciben el respaldo de la Fundación Cardenal Spínola, un organismo de la Iglesia que ayuda a los desempleados a sacar sus proyectos adelante, sobre todo en tiempos de crisis. Los más interesados, los inmigrantes.

el 16 sep 2009 / 02:29 h.

"Sin su ayuda no sé qué habría hecho". Como Juan Poveda, cientos de sevillanos en paro reciben el respaldo de la Fundación Cardenal Spínola, un organismo de la Iglesia que ayuda a los desempleados a sacar sus proyectos adelante, sobre todo en tiempos de crisis. Los más interesados, los inmigrantes.

"El principal trabajo del parado es buscarlo". Evidentemente, encontrar uno no es fácil, y menos en tiempos de crisis, de ahí que la Fundación Cardenal Spínola, presidida por Manuel Navarro y perteneciente a la Iglesia, ayude a los parados a llevar a cabo sus proyectos o a formarse para hallar un nuevo empleo. Para hacer esta labor más fácil, la organización imparte cursos y ayuda a financiar pequeños negocios, como el de Juan Ramón Martínez.

Este peluquero se quedó en el paro y acudió a la Fundación "a través de una monja que me conoce desde pequeñito". Allí, hace ya unos ocho años, encontró el dinero necesario para montarse por su cuenta. "Todavía me queda un pico que pagarle, pero me dejan hacerlo poco a poco, es impresionante la sensibilidad que tienen con la gente que se encuentra en una situación problemática", señala.

Con su ayuda puso en marcha su peluquería en la calle Manuel Falconde, entre los barrios de Bami y las Tres Mil Viviendas, y destaca el circuito de solidaridad que supone el proyecto de la Fundación. "Con el dinero que me dejaron y que voy devolviendo, ellos ayudan a más personas necesitadas", subraya.

Desde la institución, su presidente precisa que esta financiación no se parece en nada a los microcréditos. "Las principales diferencias son que no se cobra ningún tipo de interés y que no se precisa garantía ni aval para que se conceda el dinero", explica.

Otro de los beneficiados por esta iniciativa, que nació en 1990, es Juan Poveda. A este vendedor de castañas y frutos secos ya no le servía el vehículo con el que también recogía y distribuía chatarra, así que la Fundación le prestó el dinero necesario para que pudiera continuar con su actividad. "Me dedico a la venta ambulante y tenía un automóvil en el que ya casi ni cabía, así que el cura de Omnium Sanctorum me dijo que podía acudir a la asociación para que me ayudaran", indica. Además, su mujer es discapacitada, por lo que "es la única forma de llevar dinero a casa".

Del montante total con el que cuenta la asociación, el 88% se destina al desarrollo de proyectos, fundamentalmente, dirigido a fomentar el autoempleo. Los que más preguntan para beneficiarse de la ayuda de la Fundación son los inmigrantes. En concreto, el 70% de los interesados proceden de fuera de España, "sobre todo de Suramérica, del África subsahariana y de Europa del Este", señalan desde la organización.

Gracias a la Fundación, se han consolidado más de 360 proyectos, de los que se han beneficiado unas 1.300 personas. "Curiosamente, el número de peticiones en 2008 fue muy bajo, aunque en los últimos meses sí que se nota más movimiento, nos llegan más currículum", añade Navarro, que destaca además el mérito de la Fundación, ya que no cuenta con subvenciones de carácter público.

Por otro lado, los cursos de formación están dando buenos resultados. "Hay un alto nivel de colocación, porque los propios empresarios piden información sobre los asistentes", subraya.

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