En medio de una vorágine de mítines multitudinarios, el presidente de la Junta se enfrentó ayer a un auditorio más reducido en un escenario modesto. Un grupo de alumnos de 3º de ESO del instituto sevillano Santa Aurelia le plantearon sus preguntas en una clase práctica de Educación para la Ciudadanía.
El director del centro, Santiago Porcelas, esperaba nervioso en la puerta e instaba al resto de alumnos a volver a sus clases. Mientras, el profesor de la asignatura, Macario Fernández, ensayaba con los estudiantes en el pequeño salón de usos múltiples las preguntas que llevaban días preparando -y que remitieron previamente a la Junta-. Entre ellas "¿Cómo se llega a presidente de Andalucía y qué funciones tiene?" pero no "¿cuánto gana?" que a varios les interesaba. "Les expliqué que no aportaba nada pero que si querían podían acercarse al final y preguntárselo, aunque no ha habido tiempo", jusficaba el profesor.
El encuentro con Chaves -a puerta cerrada para los periodistas, no así el ensayo previo, a pesar de que a la dirección del centro no le importaba su presencia- fue solicitado hace un mes dentro de un plan de visitas previsto en Educación para la Ciudadanía. Su antecesor, el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín -aunque entonces el encuentro fue en el Ayuntamiento y, según varios alumnos "Chaves es más cercano"-. El próximo, el Defensor del Pueblo Andaluz.
"¿Qué significa para usted el 28F?", "¿se siente satisfecho con su labor como presidente?", "¿cuál es el principal reto de Andalucía en los próximos años?", "¿se ha hecho justicia con Andalucía con la deuda histórica", "¿qué papel tienen las mujeres en las tareas de gobierno?", "¿cómo son las relaciones de la Junta con el Parlamento?", "¿y con el Gobierno central y otras comunidades?" fueron las preguntas que, durante una hora, formularon los alumnos a Chaves, todas ellas en perfecto orden -apuntado por el delegado de la clase- y precedidas de un respetuoso "señor presidente". Otras quedaron en el tintero porque "se ha alargado tela en las respuestas", según José Manuel y Marta.
A Javier no le dejaron preguntar por la posible retirada de subvenciones a su hermandad de la Macarena, a raíz de la Ley de Memoria Histórica, por tener un fajín de Queipo de Llano, enterrado en la basílica. "Le comenté que era el presidente de Andalucía y no eran pertinentes preguntas tan locales, como otras que plantearon sobre el metro", explicaba el profesor. Pero Javier sí le dijo que no veía bien que el Estado quite subvenciones a la Iglesia. Según el alumno, Chaves contestó que "él tampoco lo ve bien".
El presidente se llevó una estampa de la Macarena como regalo personal de Javier y un pisacorbatas con las murallas de Sevilla gentileza del centro. Él también asumió compromisos: si gana el 9-M les invitará a la Casa Rosa y al centro de alto rendimiento de Sierra Nevada, pues la falta de instalaciones deportivas también salieron en las preguntas.
Por dos veces sonó el timbre de cambio de clase y los vedeles tuvieron que contener a otros alumnos que también querían ver a Chaves, aunque algunos no supieran bien quién era y le confundieran con su escolta.
