La compañía Cobre las Cruces salió al paso del último informe del Seprona y aseguró que "no ha habido contaminación en ningún momento". "En cualquier caso, a la empresa se le aplican unos límites tan estrictos, que superaciones puntuales no supondrían riesgo para el medio ambiente, en tanto se encuentren dentro de los márgenes legales", indica. Esa declaración hace alusión al punto más destacable del informe, que apunta que los vertidos consumados a la Cuenca del Guadalquivir por la explotación de la mayor mina a cielo abierto de Europa superaron "en momentos puntuales" de 2009 y 2010 los límites en cuanto a PH y a la concentración de metales como sulfitos, plomo y arsénico.
"Hay que recordar que los límites con los que opera Cobre Las Cruces siempre han sido muy exigentes, incluso están por debajo de lo que establecen las mejores tecnologías disponibles", insiste la empresa a través de un comunicado. La compañía añade que la planta hidrometalúrgica, tras la fase de ajustes y mejoras, "dispone de sistemas de control y filtración que permiten el correcto funcionamiento de la instalación".
Cobre Las Cruces mantiene que colabora con el Seprona en la realización de sus funciones, por lo que lamenta "la utilización alarmista e injustificada que otros colectivos han llevado a cabo del documento". "Sólo persiguen perjudicar su imagen e influir a los organismos competentes para alterar el funcionamiento de la actividad", aclara.
El informe no ha dejado indiferente a nadie. Ni siquiera a la Junta de Andalucía que, aunque aún "no tenía constancia" del informe, sí que afirmó que colaborará con la Justicia. La consejera de Presidencia, Mar Moreno, aclaró que cuando se produce denuncias así, "la Junta está absolutamente atenta, colaborando con la Justicia y tomando medidas dentro de su ámbito". También habló el consejero de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, que garantizó el control exhaustivo de la administración sobre la compañía. Además, apuntó que habrá "tolerancia cero" ante posibles daños ambientales.
"No vamos a consentir que ninguna actividad industrial, incluida la minera, dañe al medio ambiente en Andalucía y estas reglas de juego las tienen claras las empresas", manifestó Díaz Trillo.
Un punto más crítico se mostraron la asociación Ecologistas en Acción, que advirtió de que el informe induce a pensar que la mina protagoniza habitualmente vertidos incontrolados al margen de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y que su funcionamiento motivará nuevos vertidos no controlados. El coordinador de la campaña de Ecologistas en Acción contra la mina, Isidoro Albarreal, explicó a Europa Press que el informe, elaborado el pasado mes de agosto con datos aportados por la Delegación de Medio Ambiente, prueba que entre 2009 y 2010 el vertido del complejo minero a la Cuenca Hidrográfica del Guadalquivir (permitido gracias a la Autorización Ambiental Integrada) experimentó "varios episodios de superación de los límites". "Todo esto confirma nuestras sospechas", afirmó.
Albarreal mostró sus temores en cuanto a que el complejo minero vierta de manera incontrolada aguas a los arroyos Garnacha y Molinos. Tal extremo le ha llevado a reclamar, una vez más, una "revisión a fondo de todo el sistema de conducciones".
