El temporal de los últimos días no lo presagiaba pero finalmente, la "fiesta de todos los andaluces" -aunque muchos preguntaban a la Policía qué pasaba en el Maestranza- se celebró "bajo el sol de nuestra tierra" al que canta el himno.
Si Griñán se confesó especialmente "emocionado" en su primer 28F como presidente, no poco extraño debía sentirse su antecesor y actual vicepresidente del Gobierno, Manuel Chaves (también Gaspar Zarrías) siguiendo el acto por primera vez desde hace 19 años en la primera fila del patio de butacas en vez de en el escenario -decorado en esta ocasión con imágenes de los paisajes andaluces, desde Doñana a Sierra Nevada-. Llegó de los primeros y entró por una puerta lateral, sin querer ningún protagonismo hasta el punto de que a poco que un periodista se le acercaba pedía educadamente que no le "asaltaran".
En 12 días, volverá a dar de nuevo el relevo a Griñán -ninguna cámara fue capaz de captar un momento compartido por ambos-, esta vez al frente del PSOE-A en un congreso extraordinario que, al igual que la previsible remodelación del Gobierno, se coló en los corrillos del teatro y el tradicional cóctel en el Alcázar, aunque sólo fuera para mostrar total "tranquilidad" y apoyo incondicional a "lo que el presidente decida". El 28F reunió a históricas del partido como Amparo Rubiales -su nombre ha salido en las quinielas para presidir el PSOE andaluz- con representantes del cambio generacional anunciado por Griñán como Pilar Navarro, Verónica Pérez o Susana Díaz (las dos últimas llegaron juntas). Y tampoco faltaron a la cita los ex presidentes Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla.
El tiempo también acaparó conversaciones, no como tema recurrente sino por un necesario intercambio de pareceres entre quienes tienen alguna responsabilidad para paliar los daños de las recientes inundaciones, como el delegado del Gobierno, Juan José López Garzón, y los consejeros de Gobernación y Agricultura, Luis Pizarro y Clara Aguilera.
Griñán no era el único que se estrenaba ayer. Cinco consejeros, y el portavoz del Gobierno, presidían por primera vez el 28 F sobre el escenario -la titular de Justicia, Begoña Álvarez, lució para la ocasión un pin con la bandera andaluza, aunque sólo un veterano como el de Empleo Antonio Fernández, optó por una corbata verde-. Desde la oposición, se pasaron por el Maestranza el coordinador de IU, Diego Valderas, la diputada popular Patricia del Pozo y el presidente del PP de Sevilla, José Luis Sanz (que siguió el acto desde la tribuna de prensa).
Las ya tradicionales manifestaciones ante el teatro las protagonizaron las asociaciones de Memoria Histórica ¬-que unieron su recuerdo a las víctimas del franquismo con el de los 865.085 parados- y jubilados del SAS por sus pensiones. Muy minoritarias comparado con aquel 28F en el que los jornaleros mostraron su rechazo a la medalla para la Duquesa de Alba, que no se perdió el acto y acaparó focos pese a llegar sola.
