El Betis logró un triunfo de incalculable valor anímico en Valladolid gracias a un gol en el último minuto de Rubén Castro, que aprovechó un fallo garrafal del meta local Jaime para traerse todo el botín de Zorrilla, donde el juego de los verdiblancos tuvo muchos claroscuros y dejó bastante que desear, aunque le sonrió la fortuna en el momento clave.
Con un partido menos que los demás el Betis se sitúa séptimo gracias a este triunfo –si ganara al Atlético constaría como tercero, aunque antes tiene que medirse al Espanyol– que se une al conseguido en la primera jornada en San Mamés ante el Athletic. Dos victorias que deben permitir a Mel trabajar con tranquilidad en busca de armar un bloque competitivo con los mimbres de que dispone.
El técnico bético hizo seis cambios en el once titular respecto del que perdió ante el Rayo hace ya 23 días y varió también el sistema, pues del 4-4-2 con bandas pasó a jugar un 4-2-3-1 más cerrado, con Nono escorado a la izquierda para tratar de ayudar a Nacho en las internadas de Rukavina y Ebert, y Agra en la derecha echando una mano en defensa a Nelson y tratando de conectar con Rubén Castro y Molina, más adelantados, sin que el invento funcionase.
En los primeros veinte minutos al Betis le quemaba el balón y su banda izquierda, la de Nacho y Nono, era un coladero por donde el Valladolid entró como quiso, mandando Rukavina y Ebert varios balones al área que solían ser rematados por los delanteros rivales, que se imponían a Paulao y Mario, aunque sin que el portal de Casto pasara por excesivos apuros.
Mel puso a calentar muy pronto a Alex Martínez, pero finalmente lo que hizo fue cambiar a Nono y Agra de banda. Y dio con la tecla. El portugués colaboró mejor con Nacho y las ocasiones de gol, que hasta entonces habían sido monopolio de los pucelanos pasaron a ser de los verdiblancos. Avisó primero Agra con un chut alto desde la frontal y luego la mejor estuvo en pies de Nono, que decidió probar fortuna estando bastante escorado cuando tenía a Rubén Castro y Molina mejor colocados para fusilar a Jaime.
La mejoría experimentada por el Betis en el tramo final de la primera parte no tuvo continuidad en la segunda, así que Mel empezó pronto a mover el banquillo, entrando primero Nosa (58’) por Nono, luego Alex Martínez (65’) por Agra y finalmente Jonathan Pereira (71’) por Jorge Molina, con veinte minutos aún por delante.
Al nigeriano lo colocó Mel muy adelantado, de media punta, y su debut fue bastante desafortunado, pues estuvo más tiempo en el suelo por culpa de una mala eleción de los tacos que mostrando las cualidades que recientemente le han hecho confirmarse como internacional con la absoluta de Nigeria. Habrá que verlo en más partidos, pues en el de ayer estuvo muy perdido, si bien mostró detalles de poseer buena técnica individual y mucha potencia. No parece que donde lo puso Mel, tan arriba, sea la demarcación idónea para él.
Más afortunado estuvo el canterano Alex Martínez, que entró en lugar de Agra y jugó por delante de Nacho, por la banda izquierda, por la que se mostró muy incisivo, pues a la postre una internada suya propició el gol de Rubén Castro en el último minuto. Claro que antes pudo pasar de todo, siendo el Valladolid el que gozó de las mejores ocasiones. Beñat y Rubén Pérez no lograron hacerse con el control del juego y arriba Jorge Molina pasó prácticamente desapercibido, por lo que Casto vio cómo Omar (54’) fallaba el 1-0 a puerta vacía y luego entre su mano y el larguero evitaban que un cabezazo de Ebert (73’) inaugurara el marcador.
No transmitía buenas sensaciones el juego del Betis, que se mantuvo vivo gracias al buen hacer defensivo de sus centrales –Paulao y Mario– y el oportunismo de Nelson, crucial en varias coberturas. Con todo entre Rubén Castro y Pereira se las apañaron para acercarse un par de veces con mucho peligro a las inmediaciones de Jaime, que salvó un gol cantado ante el canario (76’) y vio cómo rozaba el poste un ajustado remate del gallego (88’). Por medio fue Bueno (81’) quien perdonó la vida a Casto, pues remató fuera un centro de Ebert cuando estaba completamente solo para marcar a placer.
Cuando perdonas ocasiones así suele pasar lo que ocurrió luego: una de Alex Martínez la culminó Rubén Castro después de un error garrafal del portero local Jaime, mientras el ex sevillista Marc Valiente se desentendía del juego reclamando un fuera de juego que no existió, aunque por muy poco. Casi sin quererlo, Rubén Castro –50 goles ya en el Betis– hizo subir el 0-1 sin apenas tiempo para que pudiera ocurrir nada. Coge los tres puntos y corre. Sin mirar hacia atrás..
Ficha Técnica:
0 - Valladolid: Jaime; Rukavina, Rueda, Marc Valiente, Balenziaga; Ebert, Rubio (Sastre, min. 61) Víctor Pérez, Omar (Bueno, min. 83); Óscar y Guerra (Manucho, min. 73).
1 - Betis: Casto; Nelson, Mario, Paulao, Nacho; Beñat, Rubén Pérez; Agra (Alex min. 63), Nono (Nosa, min. 58), Rubén Castro; y Jorge Molina (Pereira, min. 70).
Gol: 0-1: Min. 89, Rubén Castro.
Árbitro: Delgado Ferreiro (Comité Vasco). Amonestó a Paulao, Sastre y Pereira.
Incidencias: Estadio José Zorrilla. 13.340 espectadores.
