Economía

«Como al hombre no cabe lavarle el cerebro, al final la paridad es por ley»

Reivindica el papel de la mujer empresaria tanto como defiende que la flexibilidad horaria y trabajar por objetivos son claves para la productividad. La directora general de SU&MA aborda en estos momentos el proceso de internacionalización de esta firma de consultoría. Foto: Marta Comesaña.

el 15 sep 2009 / 04:36 h.

-¿Por qué SU&MA?

-Por los nombres de sus dos socios, Susana, yo, y Manuel, mi marido. Lo más sencillo.

-¿Un matrimonio empresarialmente bien avenido?

-Sí. Nos conocimos en Madrid haciendo un MBA. La época, allá por 1992, era muy complicada para encontrar trabajo y nos vinimos a Sevilla, pues faltaban consultorías.

-Pero ahora salen consultoras a montones...

-No creo que haya tanto montón. Con los servicios de SU&MA, o no las hay, o son contadas. Nosotros abarcamos toda la gestión de la empresa, desde recursos humanos hasta desarrollo de las tecnologías de la información, pasando por la concepción de planes estratégicos y la formación.

-¿Sectores?

-Pues todos, aunque mucho en agroalimentación y construcción, pero también piel o madera.

-¿Sólo mercado andaluz?

-No. Estamos en Castilla y León y queremos extendernos a otras comunidades.

-¿Cuál es la estructura de la consultora?

-Somos dos socios, uno con labores de dirección, el otro de gerencia, y con el capital repartido al 50%. Son tres empresas: la propia SU&MA, una sociedad especializada en desarrollo tecnológico y otra para la delegación de Soria. Plantilla de 30 personas y 2 millones de euros de facturación.

-¿Y sus proyectos?

-Estamos entrando en Chile, gracias a una alianza con una empresa para trabajar en consultoría y desarrollo local. Primeros pinitos en el exterior. También trabajaremos en proyectos del Centro Iberoamericano de Desarrollo.

-¿Se nota la crisis del ladrillo en el sector de consultoría?

-Por el momento, no. A estas alturas del año, en SU&MA puedo atestiguar que cumpliremos el objetivo que nos habíamos marcado para 2008, crecer entre un 15% y un 20%. Para el próximo sí puede notarse a la hora de cobrar a los clientes.

-¿Ya hay impagos?

-De momento no, sí retrasos y negociaciones sobre fórmulas y periodos de pago, y eso tanto con empresas, en especial de la construcción, como con entidades públicas.

-Mujer y empresaria. ¿Cómo se lleva?

-Tiene sus dificultades, porque has de demostrar que eres capaz de serlo y que tienes un estilo de dirección. Son demostraciones constantes que no se exigen al hombre empresario, al que le basta el estilo de dirigir de siempre. Nosotras, por una cuestión meramente educacional, tenemos un estilo distinto, ni mejor ni peor, distinto.

-Pero la paridad obligada en una empresa, ¿es buena?

-En la empresa privada, es difícil la paridad en el consejo de administración, donde queda representado el capital y éste manda. Pero si hay consejeros dominicales y de libre designación, ¿por qué no? En cuanto a los cargos políticos, me parece bien. No comprendo por qué la mujer tiene que demostrar que vale. Como no cabe coger al hombre y hacerle un lavado de cerebro, al final hay que obligar por ley porque las mentalidades no cambian.

(Lea la entrevista completa en la versión impresa de El Correo de Andalucía).

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