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¿Cómo serán los libros del futuro?

La pregunta viene muy a propósito del último Congreso Nacional de Libreros, que se clausuró haceunos días. La buena noticia es que en él se expresaba el firme propósito del sector de adaptarse a las nuevas tecnologías.

el 16 sep 2009 / 00:34 h.

La pregunta viene muy a propósito del último Congreso Nacional de Libreros, que se clausuró haceunos días. La buena noticia es que en él se expresaba el firme propósito del sector de adaptarse a las nuevas tecnologías. La mala es que la digitalización del libro, y en consecuencia, su futuro próximo, está en manos de los empresarios estadounidenses, que son los realmente interesados por el dinero. Por supuesto, la mala noticia provoca que sólo haya libros digitales en inglés, y que las editoriales españolas marchen con tanto retraso.

De todas formas, ya es un avance que los profesionales de las librerías nacionales pongan el grito en el cielo. No en vano, según los últimos informes llevados a cabo en la Unión Europea, las ventas de contenidos digitales sobrepasan a la de los libros tradicionales en 2018.

Es evidente que el libro impreso aún goza de cierta salud; pero me parece que la suya es una salud bastante endeble. Es la salud del organismo que incuba una infección de categoría. Así pues, a los que de un modo u otro vivimos mal que bien de todo esto, más nos vale ponernos manos a la obra si no queremos que el futuro dé la espalda a los contenidos que secularmente se han encargado de difundir los libros impresos. Tengamos en cuenta que, en sólo 10 o 15 años, las librerías tradicionales tal vez se habrán convertido en espacios en donde los productos digitales serán los más demandados.

No descubro nada si digo que España camina, como siempre, con retraso y a contrapelo. Lo cual no significa que el libro tradicional esté en vías de desaparición, si no que es preciso poner remedio a los cánceres que devoran nuestra infraestructura editorial: el ritmo vertiginoso de novedades (aún se publican más de 70.000 libros anualmente) y la inútil cantidad de premios que siembran el territorio nacional y que devalúan el propio concepto de premio.

El futuro del e-book, o libro digital, es poco menos que un presente y un futuro a corto plazo. No es difícil prever que muchos de los e-books se colgarán en webs y que el móvil será un canal de distribución idóneo. Claro que para ganar la batalla de ese futuro digital, habrá primero que ganar la batalla de este presente.

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