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Como siempre, pero no igual

Los patios ahora silenciosos del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, esperan la semana que viene la llegada de los 109 parlamentarios que han conseguido escaño en las elecciones del 9-M.

el 15 sep 2009 / 02:24 h.

Los patios ahora silenciosos del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, esperan la semana que viene la llegada de los 109 parlamentarios que han conseguido escaño en las elecciones del 9-M. Comienza una legislatura que mantiene situaciones anteriores, como la mayoría absoluta del PSOE y aporta elementos nuevos, como la importante subida del PP y la desaparición del PA del arco parlamentario. También se recupera la presencia en la cámara de los líderes de los partidos de la oposición, en este caso, Javier Arenas y Diego Valderas, detalle éste que se había echado en falta en los últimos cuatro años, porque obligaba a una distorsión del debate parlamentario, empobrecido por la ausencia del hemiciclo de los verdaderos portavoces.

Ante esta nueva etapa, marcada por un bipartidismo imperfecto, corregido sólo por los 6 escaños de IU, pero cada vez más acentuado, los principales protagonistas de la vida política andaluza, es decir Chaves, Arenas y Valderas, tendrán que decidir sus estrategias, sopesando los resultados electorales y la posición en que éstos les han dejado a cada uno de ellos.

A Chaves nadie le puede discutir el triunfo político que supone el revalidar una mayoría absoluta después de 18 años de mandato. Pero este hecho incuestionable no puede ocultar que el PSOE ha perdido 5 escaños y que no ha podido obtener rédito alguno de la fuga de votos sufrida por los andalucistas, que ha ido a parar, en casi un 90% a las arcas del PP. Quizás sea aventurado decir que esto marca el inicio de un cambio de ciclo, pero es indudable que sí señala la necesidad, desde la óptica de la gestión del poder, que los andaluces le han vuelto a confiar al PSOE, de introducir un cambio de ritmo y de planteamientos. Lo que antes ha servido probablemente no sirva en esta legislatura, marcada en su inicio por una situación económica desfavorable, que va a requerir una acción de gobierno mucho más imaginativa y que combine algo tan difícil como la austeridad y la eficacia. Por su parte, Javier Arenas ha conseguido el mejor resultado de la historia del PP en Andalucía, en cuanto a votos y escaños, lo que le permite actuar sin complejos, y ha sabido, y podido, consolidar el espacio de la derecha y avanzar significativamente en el de centro, además de lograr un significativo incremento electoral en poblaciones medias de Andalucía. Pero el Partido Popular, tras haberse comido el voto andalucista, tiene que saber que para poder gobernar, a partir de ahora, necesita la mayoría absoluta. Y para conseguirla tendrá que entrar directamente, y algo ha hecho ahora, en el espacio electoral del propio PSOE, y configurar una alternativa de gobierno sólida, coherente e ilusionante.

Por último IU, a pesar de haber salvado los muebles y evitado el batacazo que hacían prever sus escaramuzas internas preelectorales, está obligada a encontrar el difícil punto de equilibrio, que le permita a su reducida representación parlamentaria, consolidarse como una fuerza necesaria. Bueno, así están las cosas, como siempre, pero no igual.

Periodista. juan.ojeda@hotmail.es

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