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Con pocas opciones de éxito

Un buen número de argumentos en su contra. Eso es lo que está buscando Manuel Ruiz de Lopera para no entregarle su Betis a Francisco Chaparro. Sí, hay acuerdo económico y eso volvió a demostrarse ayer, pero las distancias se agigantan y la renovación está ahora bastante complicada. (Foto: J. M. Cabello)

el 15 sep 2009 / 04:43 h.

Un buen número de argumentos en su contra. Eso es lo que está buscando Manuel Ruiz de Lopera para no entregarle su Betis a Francisco Chaparro. Sí, hay acuerdo económico y eso volvió a demostrarse ayer, pero las distancias se agigantan y la renovación está ahora bastante complicada.

Cuando sale la palabra proyecto todo se tuerce. Cuando se le dice a Lopera que con esta plantilla se volverá a pasar apuros todo se oscurece. No es problema el dinero, porque de eso se ha hablado y existe un acuerdo, es una cuestión de confianza entre personas. Francisco Chaparro requiere que sean cubiertas una serie de necesidades para seguir entrenando al Betis y las percepciones son negativas en este aspecto.

"No pide la luna", se asegura desde el entorno del entrenador, mientras que desde el club se afirma que "la renovación de Paco depende de Paco". Es decir, de que Chaparro firme su contrato y crea lo que le digan en cuanto a unos puntos que considera fundamentales. Porque lo que no quiere que ocurra el técnico es que llegue julio y todas las cosas que deben cambiar en la ciudad deportiva, por ejemplo, no lo hayan hecho. Se produciría una merma de autoridad delante de unos futbolistas que verían a Chaparro como uno más de los técnicos que han pasado por el aro de Lopera. Ojo, que Lopera es el que manda y puede hacer de su capa un sayo, pero no renovar a Chaparro no contentaría en nada a la sufrida afición verdiblanca.

Pero hay algo más en todo el asunto. Aunque Lopera y Chaparro no han hablado de altas y bajas, al técnico le ha llegado la idea que tiene el máximo accionista en la cabeza. Bajas mínimas, prácticamente los que acaban contrato, e inversiones en dos o tres futbolistas sin superar la cifra de 9 millones de euros. De revolución en la plantilla nada de nada, puesto que Lopera y la secretaría técnica confían en el valor de estos jugadores.

Y en espera de que llegue el vis a vis definitivo, Momparlet y Santigosa, agente de Chaparro, perfilaron ayer un contrato económico en el que no hay diferencias, con mensajes añadidos del tipo "dile a Paco que no le apriete (a Lopera)". A todo esto, Lopera se cubre las espaldas y es cierto que encuentra detractores de Chaparro en su consejo y en la propia secretaría técnica. Se hace cada vez más evidente que a Lopera no le gusta que Chaparro le pretenda imponer algunas cosas, así que la cuestión en estos momentos está bastante delicada.

Como ya quedó reflejado en este diario, Lopera se ha lanzado a la búsqueda de recambios por si Chaparro no renueva, pero lo cierto es que los posibles candidatos que se han ofrecido en aluvión a través de sus agentes le pondrían la carne de gallina a los aficionados béticos. Sí hay un nombre al que podría asirse Lopera, se trata de un viejo conocido y responde al nombre de Fernando Vázquez.

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