No hay ni asfalto ni carretera por ningún lado, pero la SE-40 tiene, al menos, el primer puente sobre el río Guadaíra. La futura ronda de circunvalación tiene previsto cruzar dos veces por este río. La primera de ellas quedó paralizado hasta nuevo aviso después de que el Ministerio de Fomento decidiera, hace ya un año, rescatar las obras del tercer tramo tras dispararse los costes. No ocurre lo mismo con el tramo de los túneles Sur, donde estaba prevista la construcción de un segundo puente sobre el río Guadaíra.
Fomento destinó gran parte de sus presupuestos para 2011 en el tramo de los túneles y eso ha surtido su efecto. De un año para acá, donde no había ni rastro de obra hay ahora un puente construído. Está a la espalda del polígono La Isla, en Dos Hermanas, a sólo un kilómetro y medio de los túneles que irán bajo el río Guadalquivir y conectarán por carretera el municipio nazareno con el Aljarafe. La estructura ya está finalizada, aunque todavía no está apto para la circulación por una razón: no se le ha echado ni una sola capa de asfalto. Algo que, dicho sea de paso, no es necesario al menos a estas alturas, dado que los tramos por donde tendrían que venir los vehículos a ese puente les queda un tiempo para que se pongan definitivamente en servicio.
De hecho, de los siete tramos que está en obras, sólo uno de los que linda con este puente -el tercer tramo Alcalá de Guadaira (A-376) - Dos Hermanas (A-4)- está paralizado. Sus obras fueron adjudicadas e iniciadas, pero se tuvo que rescatar la obra a causa de un modificado de más del 50% del presupuesto del contrato. El sobrecoste, por otra parte, era necesario para preservar ciertos yacimientos arqueológicos, atender distintas alegaciones municipales y resolver problemas geotécnicos, según explicó Fomento.
El otro tramo de carretera que linda con el puente -y del que depende presupuestariamente- es el de los túneles sur, que es la obra más compleja y, a la vez, más costosa de la SE-40. El macroproyecto de los túneles bajo el Guadalquivir, que unirá Dos Hermanas con Coria del Río, no estará al menos hasta el año 2014, que es el último plazo que se barajó después de la reprogramación efectuada por el Ministerio de Fomento y que quedó sobradamente reflejado en los presupuestos para este año, donde los Túneles Sur recibieron 26,4 millones de euros -la previsión un año antes era de 92 millones-. A eso se suma las recientes pretensiones del ministro de Fomento, José Blanco, que anunció hace dos meses que se iba a estudiar un nuevo proyecto de túneles algo más austeros, lo que acarrearía menos túneles -hay cuatro proyectados-, menos carriles o ambas cosas. Eso implicaría, aunque sea en parte lógica el recorte por los elevados costes que supone este hito de la SE-40, una nueva ralentización para la puesta en servicio de un tramo esencial para que el tráfico pesado que hay entre Cádiz y Huelva no pase por la capital y sí por la futura autovía.
¿Y el segundo puente sobre el río Guadaíra? Este deberá esperar a mejor ocasión, ya que estaba presupuestado en el tramo paralizado desde hace un año y del que aún no se ha reabierto el proceso de adjudicación o, al menos, no ha sido publicado en el BOE. Eso hace que la futura SE-40 se parta en dos y sea precisamente, el puente recién construído el principal damnificado, a la espera de que se retomen las obras.
La actuación supone un nuevo avance en una SE-40 que va tomando poco a poco forma pese a la crisis. Prueba de ello es el primer tramo que conectará La Rinconada (A-4) con Alcalá de Guadaíra (A-92), al que sólo le falta detalles para su inauguración. De hecho, los trabajos se han acelerado en verano hasta el punto que se ha actuado incluso por la noche para que las horas de más calor no vieran mermado el ritmo de las obras.
Los trabajos también se han agilizado en el segundo de los tramos, que va desde la autovía Sevilla-Málaga (A-92), donde se encuentra el enlace más complejo de los 77 kilómetros que tendrá la ronda, con el futuro nudo con la autovía de Utrera (A-376), también en el término de Alcalá. En este enlace se están acometiendo medidas de cierta envegadura que han obligado a efectuar desvíos en la A-376 durante todo el verano y que durarán, al menos, hasta el 21 de septiembre. La idea, transmitida por el propio José Blanco a principios del mes de julio, es que en este segundo tramo puedan circular los vehículos a partir del primer trimestre del año que viene.
