El exdelegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad y actual concejal de IU en la oposición Antonio Rodrigo Torrijos vulneró los derechos fundamentales de la exdirectora de la Oficina de la Bicicleta , al increparla por no cumplir una orden que no era viable y gritarle que la iba a cesar porque estaba "harto" de ella. Así lo acredita una sentencia, que IU ya ha anunciado que va a recurrir, que condena a Torrijos y a la Gerencia de Urbanismo a "cesar en las conductas de acoso" y obliga a reponer a la funcionaria "en un puesto de trabajo acorde con su categoría y formación".
El juzgado Social 6 considera probado que la exdirectora de la Bicicleta, Pepa García Jaén, fue cesada tras negarse a cambiar el trazado del carril bici del Polígono Sur, una orden que recibió del vicegerente de Urbanismo, Gabriel Báez, y que según el servicio de Contratación de Urbanismo no se podía cumplir porque se financiaba con subvención sujeta a unas condiciones técnicas.Tras dos encontronazos con Báez, sigue la sentencia, García Jaén recibió la visita de Torrijos, "quien sin más, en tono elevado, le manifiesta que va a ser cesada de su puesto porque está harto de ella". En los hechos probados, el magistrado añade que no era la primera vez que el edil "le había recriminado que no apoyaba las decisiones del grupo de Izquierda Unida y su proyecto político".
Al ser cesada, la exdirectora de la Bicicleta fue trasladada a otro servicio en el que "no tiene funciones ni personal a su cargo y no se ajusta a su perfil profesional, resultando ello tan claro" que el personal de ese área envía un escrito a Urbanismo preguntando "que qué hace allí la señora García Jaén", precisa la sentencia.
El magistrado aprecia en todo ello "una actuación vulneradora de los derechos fundamentales de la actora a la que se le cesa en el cargo por no querer acogerse a las órdenes y directrices del señor Torrijos y el vicegerente, que le intenta obligar al cumplimiento de una modificación de expediente que el propio servicio de contratación informa que no es viable, intentando así obligarla a asumir la responsabilidad" del cambio.
Aunque el exdelegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad dijo en el juicio que él no tenía competencias sobre ella ni sobre su cese, la sentencia ve probado que "en diversas ocasiones había increpado" a la mujer "por no admitir sus directrices políticas y que el día del cese es él personalmente quien se lo comunica", y "no en tono de favor o amistad", sino más bien "con términos de asumir la decisión adoptada".
El magistrado cree que aunque es difícil "ubicar" a Torrijos en Urbanismo, consta que desde su cargo "tiene intervención directa en las decisiones y los expedientes que se tramitan, apareciendo como persona que imparte órdenes e impone criterios", por lo que la exdirectora "recibía continuas advertencias, recomendaciones, indicaciones o como pudieran calificarse de Torrijos en el desempeño de sus funciones".
El juez no accede en cambio a indemnizar a García Jaén por daños morales al no haber probado que sufriera "perjuicio alguno", aunque la demandante se dio de baja "por un síndrome ansioso depresivo" relacionado "con su situación laboral".
Izquierda Unida mostró ayer su "sorpresa por cuanto el texto de la sentencia no se compadece en absoluto con lo acaecido" en el juicio, y mantuvo que existió "absoluta corrección" por parte de Torrijos en la sustitución de la jefa de servicio, por lo que recurrirá el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía.
