La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años y tres meses de cárcel al maitre de un hotel que abusó sexualmente de una camarera, a la que abordó e hizo tocamientos en diferentes momentos a lo largo de la noche, mientras la víctima servía las cenas. Una sentencia de la Sección Primera de la Audiencia, a la que ha tenido acceso Efe, dice que el acusado Antonio G.R., entonces de 59 años, trabajaba en el Hotel Hesperia de Sevilla, donde también lo hacía la denunciante, de 28 años, como camarera interina. En la noche del 2 de enero de 2010, el acusado repartió el trabajo y encomendó a la camarera servir una cena, momento en que se dirigió a ella con expresiones como "qué bien peinada estás", "qué guapa vienes" y "tienes el guapo subido". Más adelante, dejó caer delante de ella la foto desnuda de una conocida actriz, al tiempo que le decía que "él era muy promiscuo y que ella era del tipo de mujeres que le gustaban, bajitas, culonas y morenas". Posteriormente, a lo largo de toda la jornada laboral, el acusado estuvo abordando a la joven con insinuaciones y tocamientos, la empujó hacia una especie de bodega, la acorraló contra la pared y rozó su pene erecto contra el cuerpo de la víctima. En el ascensor de servicio, el procesado abordó de nuevo a la denunciante, se le echó encima y comenzó a tocarla por todo el cuerpo, y de nuevo al pasar la joven a la altura de un salón del hotel, la introdujo en el interior, se le echó encima y comenzó a tocarle el pecho y las nalgas, le besó en el cuello e intentó meterle la mano por debajo de la camisa. La sentencia recoge que, como consecuencia de esta agresión, la víctima sufrió un trastorno adaptativo que tardó 90 días en estabilizarse, por lo que será indemnizada en 3.000 euros. Aunque el acusado negó los abusos, la sentencia recoge que el testimonio de la víctima fue "persistente en el tiempo" y "sustancialmente coincidente" en el juicio y en la fase sumarial, además de "impresionar subjetivamente como sincero y creíble". A ello se une lo relatado por varios testigos como un camarero que trabajaba en la cafetería y que contó que notó a la joven "con mucho nerviosismo y la cara muy pálida", luego la volvió a ver a la salida con el mismo aspecto, no se quedó tranquilo, la llamó por teléfono y entonces la joven le dijo que "Antonio había intentado abusar de ella". Asimismo, una de las veces que aparecieron los dos por la cafetería, el procesado dijo al camarero: "casi me la follo". Otro testigo explicó que se enteró de los hechos a los dos o tres días, cuando notó que la joven "tenía la cara desencajada, comenzó a llorar y ella le contó sin detalles lo que ocurrió, diciéndole que Antonio había intentado abusar de ella". Junto a la condena de dos años y tres meses de cárcel, la sentencia impone a Antonio G.R. tres años y tres meses de alejamiento a más de 200 metros de la denunciante, su vivienda o lugar de trabajo.
