El francés John Gadret, del Ag2r, se proclamó vencedor de la undécima etapa del Giro de Italia, una jornada rompepiernas entre Tortoreto Lido y Castelfidardo, de 144 kilómetros, en la que Alberto Contador, en contra de sus objetivos iniciales, conservó la maglia rosa de líder.
La etapa se resolvió a favor del galo en la última recta, que picaba hacia arriba, en la que Gadret lanzó un ataque lejano, explosivo, que le sirvió para hundir al español Dani Moreno, del Katusha, que marchaba escapado y presentarse en meta con una celebración tan prolongada como su sprint, brazos en alto en honor de la victoria más dulce.
El pelotón, en el que los favoritos se vieron obligados a asomarse en las primeras posiciones, alcanzó la meta con el mismo tiempo de Gadret, con el español Purito Rodríguez al frente, seguido del campeón de Italia, Giovanni Visconti. Alberto Contador, que siguió atento las maniobras del Lampre de Scarponi en los últimos latigazos, fue quinto, por delante de sus rivales.
El de Pinto conserva la maglia rosa. Contador está obligado a salir en la duodécima etapa con una prenda que parece quemarle. Sigue en cabeza con 59 segundos sobre Konstantin Sivtsov y 1.21 sobre el italiano Vincenzo Nibali, que pasó a la tercera plaza, ya que el francés Le Mevel, uno de los protagonistas de la escapada del día y virtual líder, se desfondó.
Una jornada rompepiernas, de come y bebe, que dice el argot italiano, con aroma a clásica, sin un metro llano que nació a toda velocidad y mucha prisa por formar una fuga que tuviera licencia del pelotón. Cuatro cotas de cuarta en el programa y miles de toboganes para atravesar transversalmente los Apeninos marchegianos.
Después de numerosos intentos desde la salida en la localidad turística de Tortoreo Lido se formó la escapada buena en el kilómetro 64 con 11 corredores. Entre ellos se coló el francés Christophe Le Mevel, tercero en la general a 1.19 de Contador, el español Dani Moreno, Agnoli, Marzano y Konovalovas.
Fue una fuga perfecta para los intereses de Alberto Contador, loco por soltar la maglia rosa, una prenda que le roba descanso por las ceremonias en el podio. La víspera no acudió a la sala de prensa y le cayeron 800 euros de multa. El Saxo Bank vio la opción de alquilar la maglia rosa y se limitó a estabilizar la fuga en los 2'.
Dani Moreno encendió la mecha atacando a 25 kilómetros de meta. El madrileño abrió camino, pero le enganchó Konovalovas a 10 de meta. Le Mevel estaba al filo de la maglia, pero por detrás del Androni de Emanuele Sella tiró a saco y las diferencias se redujeron a 1.10. Le Mevel dice adiós al sueño rosa.
Moreno y Konovalovas, un escalador y un contrarrelojista ante un final en ascenso. El Androni, que trabajó para Rujano y Sella, sacó sus peones y apuntó a los escapados. Luego salió al escenario el Lampre. Konovalovas pasó al grupo y Moreno quedó solo en la resistencia. El español se dejó el alma, pero fue imposible. Le pasó Gadret como una exhalación, y el galo, excampeón de ciclocross, sacó la potencia del ciclismo de barro para ganar por primera vez en una grande a los 32 años.
