Las federaciones de Industria de UGT y de CCOO en Andalucía han convocado una huelga en las estaciones de servicio en el mes de julio, a las que están llamados a secundarlas 8.000 trabajadores en la comunidad y casi 60.000 en España, después de que las negociaciones del convenio de este sector hayan quedado rotas, tras tres años de bloqueo. Según señala UGT-A en una nota, la patronal se niega a mantener la antigüedad y a subir los salarios, que "están congelados desde 2009". "Esta es una clara consecuencia de la reforma laboral, la patronal quiere dejar a estos trabajadores sin convenio", afirma el secretario regional de Fitag-UGT-A, Pedro Marcos. Los sindicatos han decidido convocar movilizaciones y la huelga después de mantener este miércoles una reunión con la patronal del sector. En el encuentro, ambos sindicatos plantearon a la patronal el mantenimiento de la antigüedad, el incremento salarial, la mejora de la seguridad en las estaciones, entre otras cuestiones. Según Pedro Marcos, "estamos pendientes de consensuar el calendario de movilizaciones para los próximos días, pero son necesarias porque el convenio lleva bloqueado ya tres años y no podemos continuar con esta situación". "Nuestro objetivo es mantener el convenio y evitar que desaparezca, que es lo que parece que quiere la patronal. Nos plantearon un incremento salarial cero para los seis años de vigencia del convenio, cuando el poder adquisitivo puede decaer en los próximos años hasta un diez por ciento, esto es inviable", ha manifestado Marcos. "Respecto a la flexibilidad quieren disponer del trabajador a la carta, llamándolos para trabajar en las horas punta donde la gente acude más a repostar. Podemos entender que haya contratos a tiempo parcial, pero que te permitan compatibilizarlo con otro trabajo, pero así es imposible", señala el responsable sindical. "Estamos convenidos que la patronal quiere llegar al 7 de julio, que finaliza la ultraactividad de los convenios, para dejar a este sector sin convenio y ver qué condiciones se les aplica, su intención era clara. En la última reunión vimos la actitud de la patronal, inflexible y enrocada. Esto es consecuencia de la reforma laboral, que nos hará retroceder en los derechos de los trabajadores, lo que tendrá consecuencias dramáticas", ha cerrado Marcos.
