Los terrenos de Cortijo de Cuarto junto a Bellavista suponen una formidable oportunidad. Sus 163 hectáreas lo convierten en una de las mayores bolsas de suelo residencial por urbanizar de la región. La Diputación de Sevilla y la Empresa Pública del Suelo de Andalucía (EPSA), titulares del terreno, han optado por armonizar un equilibrado desarrollo residencial, urbano y medioambiental, alejado de la especulación.
Ese modelo urbanístico, liderado desde lo público, ha causado importantes demoras y vicisitudes al proyecto, pero se ha revelado como la herramienta más eficaz para garantizar una expansión urbana alejada de la especulación y comprometida con las necesidades de los ciudadanos. Cortijo de Cuarto tendrá 5.551 viviendas, la mitad de ellas de protección oficial. Durante su construcción se crearán unos 6.000 puestos de trabajo con un volumen de negocio de 600 millones de euros, 55.000 metros cuadrados de uso terciario, 194.000 para equipamientos y casi medio millón de metros para zonas verdes. El Presidente de la Diputación, Fernando Rodríguez Villalobos, anunció ayer que las obras comenzarán a final de 2010, con bastante retraso sobre lo previsto.
Pero este Cortijo de Cuarto no se parece en nada a aquel que estuvo a punto de ser subastado a promotoras. Su retraso, precisamente, viene marcado por la exhaustiva planificación que garantizará a los nuevos residentes que cuando habiten sus viviendas dispongan de colegios, centros de salud y sistemas de transporte público terminados que los conecten con el área metropolitana. Esa apuesta por un urbanismo del sigloXXI, similar a la desarrollada en El Toyo en Almería, es la llave para que los cimientos de Cortijo de Cuarto no tiemblen ante un escenario de crisis. Las administraciones han preferido hacer las cosas bien a hacer caja. Sólo falta que el proyecto dibujado en el papel, se torne una realidad con las infraestructuras previstas y en el plazo establecido.
