Ricardo Costa, en un partido con el Valencia.
La búsqueda del central que tanto ansía Pepe Mel y que tanto necesita el Betis no va a ser nada fácil. Lo ideal, o eso pensaba el entrenador, era que el futbolista elegido estuviese a sus órdenes desde ya mismo, pero no será posible. De hecho, en Heliópolis aseguran con resignación que en esta primera semana del año no se prevé ninguna novedad y hay un par de hechos que parecen confirmarlo, ya que dos de los zagueros que más habían sonado, Ricardo Costa y Mickael Ciani, se alejan casi irremediablemente de la órbita verdiblanca.El portugués del Valencia es, o era, la opción número uno para la dirección deportiva del Betis. Costa apenas cuenta para el entrenador del Valencia, Unai Emery, pero he aquí que ambos conversaron en la última sesión del año pasado y el míster le comunicó que el equipo tiene muchos frentes abiertos y cuenta con él. Para más inri en contra del Betis, el jugador sufrió una fisura en el pómulo izquierdo en ese mismo entrenamiento al chocar con un compañero y se verá obligado a ejercitarse con una máscara protectora durante un mes, aunque en teoría está apto para disputar partidos oficiales.
Entre desgracia y desgracia, Costa señaló ayer a través de su asesoría de comunicación que "nunca" ha pedido al Valencia una salida, aunque señaló que es consciente del interés de otros equipos por su contratación. Lo curioso es que sólo ha disputado dos encuentros en lo que va de temporada. "Mi club es el Valencia hasta que se demuestre lo contrario y aquí es donde voy a seguir jugando. Siempre he estado centrado en este club y nunca he pedido salir ni he exigido nada", señaló el luso, que sin citar al Betis añadió: "Sé que existe interés de otros clubes y si hubiera algún acuerdo entre alguno de esos clubes y el Valencia, entonces sí que pasaría a ser un asunto del que me preocuparía. Pero hasta entonces es un problema de mi jefe, no mío. Recientemente hablé con el entrenador del Valencia y él sabe que estoy centrado en el Valencia", agregó.
La cesión de Costa, que además es muy costosa aunque se podría afrontar con los 1,5 millones que han decidido liberar los administradores concursales en el mercado invernal, se aleja casi tanto como la de Ciani, el central del Girondins cuya llegada sólo valdría unos 300.000 euros. El futbolista, para empezar, también interesa ahora a uno de los grandes del balompié galo, el Olympique de Lyon, que en condiciones normales sería un competidor imposible para el Betis. Y en segundo lugar, el protagonista se apunta también al típico discurso de profesional que casi no juega pero que tampoco quiere buscarse un lío con el club que le paga. En otras palabras, que su deseo es triunfar en Burdeos.
"Dada mi situación, es inevitable que se hable de mi futuro. ¿Pero por qué salir cuando aún tengo un año y medio de contrato? Después de tres partidos en el banquillo, sería prematuro. Mi deseo es encontrar un sitio en el once titular en el Girondins. No veo una salida, como mínimo quiero acabar la temporada aquí", aseguró Ciani en unas declaraciones que recoge el diario Le Parisien.
El Betis contempla otras opciones, claro está, pero la prioridad, que era hallar un central que conozca la Liga española y no necesite adaptación, ya no se cumple. Las otras posibilidades de momento, dos o tres, son todas de ligas extranjeras.
