Por Rafael Leña.
Cruz lleva saliéndole al Sevilla toda la temporada lejos de Nervión. De hecho, sólo ha ganado un partido fuera, en Coruña, y, mira por donde, un servidor estaba nada menos que en Estambul no cuenten con que esté allí mañana- y no pude verlo. Cierto es que con Emery ya sólo sale cruz fuera, y en casa abundan las caras. Y es que en la lamentable etapa del infumable González, además del anárquico rendimiento del equipo, solía salir cruz tanto en casa como fuera.
Cruz tienen también los sevillistas con su equipo, irregular donde los haya, con jugadores que saben y pueden, pero que quieren cuando quieren. Todos quieren a los mejores jugadores en su equipo, pero, por encima de ello, los aficionados exigen que sus jugadores se entreguen, se comprometan y corran al máximo en TODOS los partidos, por lo que seguro aceptarían a 11 chavales del filial, siempre que se partieran en alma y se comprometieran TODOS los partidos con la misma intensidad y entrega. Hoy no faltará de todo eso, seguro, porque es de los partidos en los que no hace falta motivar.
Y cruz lleva saliendo en los últimos proyectos, y anida en rojiblanco que se ha despilfarrado el crédito que tanto costó adquirir. No hay más que ver dónde está ahora el Borussia Dortmund, con el que el Sevilla se enfrentó en el grupo de la Europa League de hace unos años, empatando 2-2 en Nervión y al que ganó en Alemania 0-1. Entonces el Sevilla era el grande, pero, mientras los alemanes han sabido gestionar con acierto y crecer, el Sevilla ha dilapidado todo lo que acumuló en esos años para convertirse en un equipo vulgar y mediocre. Y es que no se puede vivir del pasado.
Pero hoy nada de eso cuenta. Porque lo que todo sevillista o bético- sabe es que, si el Sevilla quiere, puede. Querer es poder, dicen, y el Sevilla a fe que lo ha demostrado. Para lo bueno y para lo malo. Hoy es un día para querer y para poder. Para querer ganar hoy y hacer 7 partidos más de ensueño. Y poder entrar donde nunca debió salir. Y, de paso, dejar tocado al eterno rival. Quieran hoy, señores. Quieran siempre, que seguro que podrán. Y saldrá cara.
