El estudio de Cruz y Ortiz, en la sevillana calle Santas Patronas, hervía ayer de actividad y entusiasmo horas antes de la concesión del Premio Andalucía de Arquitectura a este tándem de veteranos profesionales, una prueba de que el talento sureño puede trascender fronteras.
Aunque tenga fecha de este año, el galardón reconoce los méritos de un edificio de 2004, la Estación Ferrocarril SBB de Basilea (Suiza). De hecho, Antonio Cruz y Antonio Ortiz pueden presumir de tener algunas de sus mejores obras en el país helvético y en Holanda, pero tienen sus dudas de que le haya llegado al fin la hora a la arquitectura andaluza de sacudirse los complejos y salir al extranjero. "Nos gustaría creer que la internacionalización de nuestros arquitectos es una norma, y no una excepción, pero de momento no es así, todavía no se exporta la arquitectura andaluza. ¿Qué nos falta? Pues quizá voluntad de competir, atreverse a hacer concursos, dominar idiomas... Querer salir, en definitiva", afirman.
A Cruz y Ortiz, por el contrario, no les cuesta internacionalizarse, sino más bien lo contrario. "A todos nos gusta tener el trabajo cerca de casa, y la verdad es que trabajamos mucho más fuera de Sevilla que aquí. Nos parece bien que haya arquitectos extranjeros, pero nos gustaría que estuvieran sometidos al mismo control que tenemos nosotros cuando trabajamos fuera. Lo que hacemos los arquitectos tiene repercusión, y la sociedad tiene que controlar de alguna manera ese proceso. No es aceptable que un arquitecto actúe sin el mismo tipo de escrutinio y con una libertad de la que no gozamos en otros sitios de Europa". 
La reciente noticia de que han quedado finalistas del concurso del caixaFórum Atarazanas tampoco ha logrado aguarles la fiesta. "Lo sabíamos desde hace días, y no pasa nada. Claro que concursas para ganar, pero haces muchos al año y algunos se ganan y otros no", explican.
Una mala noticia que venía a sumarse al jarro de agua fría que el viernes cayó sobre Madrid al quedar descartada su candidatura como sede de los Juegos Olímpicos de 2016: Cruz y Ortiz fueron los responsables del Estadio de la Peineta y tienen encomendada el proyecto del futuro Estadio Olímpico. "Nuestro trabajo de ampliación y remodelación es independiente de la convocatoria olímpica. Hay un compromiso del Atlético de Madrid para abandonar Manzanares e irse a la Peineta, y si Madrid consiguiera los Juegos el Estadio tendría que adaptarse al atletismo. Pero no nos afecta directamente", agregan.
Otro estadio, el de La Cartuja -que también lleva su firma- les inspira "tristeza" por haber acabado como contenedor de eventos musicales. "Sirvió para albergar unos campeonatos del mundo de atletismo, estaba pensado para adaptarse incluso al fútbol, pero la idea parece que no ha tenido suficiente continuidad", lamentan.
Finalmente, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, destacó la "proyección internacional" de Cruz y Ortiz. En el acto de entrega del premio, Griñán puso de manifiesto la contribución de estos dos arquitectos al "prestigio" de la arquitectura andaluza en el exterior.
