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Cuatro versiones de una sola verdad

Un jurado popular juzgará a Miguel Carcaño, pese a sus repetidos intentos de eludirlo.

el 19 sep 2009 / 20:22 h.

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Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel.

Hasta cuatro versiones distintas ha llegado a dar el asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, de lo que ocurrió la fatídica noche del 24 de enero en su intento de eludir un jurado. Aún así y pese a que el cadáver no ha aparecido, él y los otros tres implicados se sentarán ante un tribunal popular.


“Tamaño despropósito”. Así califica el juez del caso Marta del Castillo, los cambios de declaración de su asesino, Miguel Carcaño, en su intento de evitar ser juzgado por un jurado popular. Hasta cuatro versiones distintas, algunas de ellas incluso las llegó a matizar con detalles distintos, ha ofrecido este joven de lo que ocurrió la noche del 24 de enero, sin que ninguna de ellas haya llevado al cuerpo de la joven casi ocho meses después.

Aún así, Miguel y los otros tres adultos implicados en el crimen serán juzgados por un jurado popular, máxime cuando el joven ha vuelto a admitir la primera versión, lo que implica un homicidio o asesinato, delitos competentes a un tribunal popular.
Carcaño fue detenido el 13 de febrero y, tras varias horas de interrogatorio, acabó confesando que había matado a Marta golpeándola con un cenicero por una discusión sentimental, lo que ratificó ante el juez tres días después. Carcaño llamó a Samuel y a El Cuco, ambos imputados, quienes le ayudaron a envolver el cuerpo en una manta para transportarlo en el coche de la madre del menor hasta la pasarela de Camas, mientras Miguel les siguió en su moto. Los tres jóvenes dieron a la Policía detalles como que lanzaron el cuerpo al segundo intento porque pasaron dos motos. Miguel se marchó a Camas, donde llegó a las 22.50 horas y sus dos amigos volvieron a Sevilla. En ningún momento, Miguel inculpó a su hermano ni a la novia de éste.

La Policía inició entonces un intenso dispositivo de búsqueda, sin hallar rastro de Marta. Tras un mes, y cuando los efectivos estaban a punto de marcharse, Miguel ofreció una nueva versión. El 16 de marzo dijo que no fue él quien la mató, sino El Cuco, quien la estranguló por un móvil sexual. En este nuevo relato, Carcaño dijo que envolvieron a Marta en varias bolsas de basura y que, con la ayuda de Samuel, la subieron en una silla de ruedas para tirarla en un contenedor próximo a León XIII.

El juez dio orden de buscar en el vertedero y, al día siguiente y tras un careo con el menor y Samuel, Miguel volvió a cambiar la declaración. El 17 de marzo dijo que tuvo relaciones sexuales consentidas con Marta, momento en el que El Cuco llegó al piso. La joven estaba semidesnuda y el menor quiso acostarse con ella, que se negó, lo que hizo que el menor acabara estrangulándola. Luego la tiraron al contenedor, con la ayuda de Samuel. Por la noche, en cambio, reconoció que tanto él como el menor violaron a Marta tras ingerir una gran cantidad de alcohol y pastillas, amenazándola con una navaja. Luego, Miguel la sujetó para que El Cuco la estrangulara con un cable hasta quitarle la vida. Carcaño llegó a ofrecer detalles escalofriantes de lo ocurrido y, en esta ocasión, sacó de la escena del crimen a Samuel.

Otro mes de búsqueda en el vertedero, sin éxito alguno. El 9 de septiembre, tras la vista previa al jurado, Miguel negó que violara a Marta, afirmando que contó lo de la agresión para eludir al jurado. Siete meses después de su detención, volvía al primer relato: la mató con el cenicero, pero dijo que no sabe dónde está el cuerpo porque se lo llevó Samuel en el coche de un tío suyo, con la ayuda de El Cuco. Ahora, la Policía busca el Opel Astra granate que describió Miguel y al supuesto tío de Samuel, que en realidad es un primo. Los investigadores no otorgan credibilidad a esta versión, pero no pueden dejar de indagar cada dato por si lleva a la prueba clave: el cuerpo.

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