El diestro David de Miranda. / J.M. Paisano
El novillero David de Miranda tuvo que ser ingresado ayer en la clínica Quirón-Sagrado Corazón al término de la novillada de abono celebrada en la plaza de la Real Maestranza. El joven lidiador onubense llegó a ser alcanzado dos veces por el tercero de la tarde, marcado con el hierro del Conde de la Maza, sufriendo sendas volteretas y un puntazo en la espalda que no le impidieron continuar la lidia.
Después de culminar su actuación y a pesar de la fuerte paliza sufrida desistió pasar por la enfermería de la plaza. Fue en el hotel, explican fuentes de su entorno, cuando sufrió un desmayo y fuertes dolores en el abdomen que determinaron su ingreso hospitalario. Al parecer la vejiga urinaria se ha visto afectada y se encuentran valorando la importancia de los daños. Eso unido a la paliza que le afecta a las vértebras lumbares y costales hace que su estado general sea delicado, aunque no parece que sea alarmante, precisan esas mismas fuentes.
El novillero ha tenido que someterse a varias pruebas diagnósticas y permanece ingresado en planta del centro hospitalario sevillano. Está previsto que reciba la visita del médico en las primeras horas de la mañana para valorar su estado y determinar su evolución. El joven novillero de la localidad onubense de Trigueros fue el más destacado del festejo celebrado ayer en Sevilla. Cosechó una gran ovación del toro que le cogió en el turno de quites y en el cierre de la faena- y logró dar una vuelta al ruedo con el sexto. El mismo toro que volteó a David de Miranda hirió a su banderillero Rafael Guerrero, que tuvo que ser intervenido de una cornada superficial calificada de Menos grave.
