La Consejería de Medio Ambiente hará público mañana el dictamen de la comisión de expertos que, desde el año pasado, estudia cómo recuperar los terrenos ocupados en las Marismas de Mendaña (Huelva) por las balsas de fosfoyesos generados por Fertiberia. Las recomendaciones de los científicos y técnicos que han redactado el estudio -especializados en estabilidad estructural, seguimiento radiológico o restauración de suelos- apuestan por recuperar inicialmente un espacio de 20 hectáreas como "proyecto piloto", siguiendo el guión diseñado por el Ministerio de Medio Ambiente, que más adelante se extenderá a las 1.200 hectáreas donde la empresa lleva décadas vertiendo estos residuos industriales.
En declaraciones a Canal Sur, el consejero, José Juan Díaz Trillo, indicó que el plan de recuperación busca "dar nuevos usos a la zona" para convertirla en un "espacio de oportunidad para el medio ambiente, que lo que hasta ahora ha sido un depósito industrial pase a ser un sumidero importante de CO2 [dióxido de carbono], un gran pulmón verde para Huelva". "Se aportarán nuevos usos, basados en la innovación y la sostenibilidad, que generen beneficios sociales, económicos y ambientales, y se incluyen soluciones al conflicto sociolaboral que puede producirse como consecuencia del cese de los vertidos", que podría afectar a 370 trabajadores, añadió.
Fertiberia -que debe dejar de almacenar fosfoyesos en diciembre de este año, en virtud de una sentencia de la Audiencia Nacional - será quien costee la transformación del espacio afectado, muy próximo al Paraje Natural de las Marismas del Odiel, declarado Reserva de la Biosfera. La factoría tenía permiso de vertidos desde 1968, pero las denuncias han demostrado que incumple la Ley de Costas.
