Cofradías

De capataz a costalero hay tan sólo un paso

"Quería entrar en la cuadrilla por mi abuelo, que lo dio todo por esta hermandad".

el 27 mar 2010 / 21:45 h.

El Domingo de Ramos de 2005 Antonio llamó por primera vez al martillo del paso de misterio del Señor de la Victoria. Era mediodía en el Porvenir, Sevilla estrenaba una nueva Semana Santa y Antonio hacía lo propio al frente de la cuadrilla de costaleros de la Paz.

"La primera llamá fue justo en el dintel de la parroquia y todo eran nervios", pues este joven cofrade no era aún consciente de lo que estaba pasando a su alrededor, y con apenas 14 años veía cómo su padre, Antonio Santiago, le cedía el testigo del llamador en el Domingo de Ramos.

Han pasado los años, cinco para ser concretos, y ese niño que con traje negro se puso delante del barco del Porvenir es hoy un joven que acaba de cumplir los 18 años y que volverá a estar de estreno el próximo Domingo de Ramos, pero esta vez bajo las trabajaderas del Señor de la Victoria.

"Llevaba un año pensándolo hasta que al final me decidí. Lo hago por mi abuelo, que le dio mucho a esta hermandad". Este Domingo de Ramos "será muy distinto" para Antonio "porque se ve de otra forma", pero como cada año tendrá muy presente la figura de su abuelo, el insigne capataz Manolo Santiago, "que seguro me estará ayudando desde el cielo con toda mi familia".

Precisamente fue su padre el primero en conocer que quería ser costalero de la Paz. "Lo hablamos varias veces pero nunca terminamos de concretarlo hasta que la semana antes de la igualá se lo dije, y él siempre me apoyó". Por ser hijo de quien es ha sido inevitable que en estos días se le acuse de cierto privilegio para acceder a la cuadrilla, aunque Antonio tiene claro que "ha sido una decisión tomada por el capataz y la junta de gobierno, no por mi padre".

Bajo las trabajaderas Antonio ocupará un puesto reservado para los privilegiados, será el fijador izquierdo del patero trasera del Señor, de Osuna, esa voz que anuncia cada año la primera levantá de un paso en la Semana Santa, un lugar en el que "se nota que se respira otro ambiente".

Él será uno de esos 60 costaleros que lleven sobre su costal al Cristo de la Victoria el Domingo de Ramos, un día que para Antonio será muy especial "cuando haga la salida y sobre todo cuando pase por la Campana". El lunes Antonio recuperará su traje negro en las Penas; habrá sido sólo un sueño blanco en el Porvenir.

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