Beñat, con Iriney y Salva Sevilla. El tridente de la medular.
Beñat Etxebarria es de un tiempo a esta parte el eje sobre el que se vertebra el nuevo Betis, el de la resurrección después de esa especie de muerte que fue la racha de cinco derrotas. El centrocampista vasco, quizá uno de los más perjudicados por el maratón de partidos de enero, se ha reencontrado con su juego y Pepe Mel no tiene ninguna duda de que su aportación en la medular es uno de los motivos por los que su equipo también está recobrando las cualidades que lo mantuvieron en el liderato durante casi toda la primera vuelta. Esa apreciación no es sólo personal, también es táctica, y ya se vio en la goleada sobre Las Palmas: con Iriney sancionado, Beñat asumió toda la jerarquía en la creación y la destrucción y el resultado dejó muy convencido al técnico, que en privado comenta que es ahí, sin un compañero que lo distraiga de la tarea defensiva, cuando el vizcaíno ofrece más prestaciones.El peso específico de Beñat en el Betis ha aumentado de tal manera que en Gerona, ya con Iriney a su lado, el brasileño apenas participó en la construcción y el vasco de nuevo apareció cada dos por tres. Y si alguien duda de la trascendencia del canterano del Athletic en el esquema verdiblanco, hay una última prueba irrefutable: de los cuatro apercibidos de sanción que corrían peligro de perderse los cruciales partidos contra el Rayo y el Celta, uno iba a ser sacrificado en Montilivi para que no jugase contra el Salamanca y llegase sin problema alguno a esas finales. ¿Y quién fue? Beñat. Mel no lo va a decir en público, pero prefiere que en Vallecas esté el mediocampista antes que algún que otro peso pesado con la etiqueta de imprescindible.
El caso es que Beñat no podrá jugar este sábado ante el Salamanca y Mel no piensa complicarse la vida ni dar la vuelta a lo que tan bien le está funcionando ahora. Así pues, la única variación que introducirá en el once será la entrada de Israel o Ezequiel en una banda, posiblemente la izquierda, y la reubicación de Salva Sevilla en el doble pivote como acompañante de Iriney. Si el canterano elegido fuese Ezequiel, se trataría de la misma alineación que batió a Las Palmas con la única salvedad de Iriney por Beñat.
El rival del Betis lo tiene bastante peor, por bajas y por situación clasificatoria. La Unión, de hecho, estrenará en el Villamarín una nueva línea defensiva con el exbético Zamora y Ángel como centrales y Juanpa y Sito Castro como laterales. El último de ellos dijo ayer que el Salamanca, a pesar de todo, "puede ganar al Betis". Hace dos semanas ya lo consiguió en Granada.
