La familia rociera sevillana crece. Desde la capital partirán este año por mayo no ya cinco sino seis Simpecados hasta tierras de las Rocinas. A la embajada hispalense que ya conforman las hermandades de Triana, Sevilla, el Cerro, Sevilla-Sur y la Macarena se acaba de unir la Castrense de Tablada que, aunque "pertenece a la diócesis Castrense de España", tiene su sede en la capilla de Nuestra Señora de Loreto ubicada en el interior del acuartelamiento aéreo.
Inscrita en el registro de filiales con el número 112 de antigüedad, esta hermandad se encuentra erigida canónicamentecomo asociación pública de la Iglesia desde noviembre de 1997, por decreto del entonces obispo castrense, José Manuel Estepa.
Con 410 hermanos inscritos en su nómina, en su mayoría militares de los tres Ejércitos y miembros de la Guardia Civil -sólo un 30% es personal civil-, los orígenes de esta nueva hermandad filial se remontan al año 1984 y a la promesa que Loli Molina, la actual diputada de cultos segunda de la corporación, ofreció a la Virgen del Rocío de crear una nueva hermandad en el seno de la jurisdicción castrense tras reponerse milagrosamente su marido de un infarto.
Es a partir del año 1992 cuando este grupo de feligreses identificados con la devoción hacia la Virgen del Rocío comienza a celebrar cultos en su honor en la parroquia de Tablada ante una imagen de cerámica de la Virgen adquirida en la aldea. Desde entonces y hasta la bendición en 2006 del Simpecado, obra de Francisco Carrera Iglesias, ésta fue la imagen que presidió la capilla y los cultos de la corporación.
Su hermano mayor, Manuel Francisco Matito Muñoz, se quedó sin habla cuando la noche del martes recibió la llamada de la hermandad Matriz de Almonte anunciándole su admisión como nueva filial. "El 17 de noviembre pasado cumplimos 15 años como hermandad. Siempre se tiene la ilusión por llegar a ser hermandad filial, pero nunca se sabe cuándo te puede tocar. Cuando me llamaron, me quedé en blanco".
Las miradas están puestas ya en la que será su primera pereginación al Rocío como hermandad filial. De estética "modernista" el Simpecado de la Castrense, en cuya silueta sobresalen dos aviones con sus estelas que rinden honores a la Virgen, se presentará por vez primera ante la Blanca Paloma el próximo 18 de mayo. Lo hará junto a su hermandad madrina, la del Cerro del Águila, con la que estos rocieros de Tablada llevan haciendo el camino desde el año 2002, si bien dejando atrás su Simpecado.
La naturaleza castrense de esta nueva hermandad no sólo se refleja en su Simpecado, donde figuran los escudos de los Ejércitos de Tierra, Mar y Aire, amén del de la Guardia Civil y el escudo nacional. En lugar de ir montadas en astas de plata, las distintas insignias de la Castrense se sustentan sobre alabardas militares de la Guardia Civil, explica el hermano mayor.
La hermandad dispone de un cajón para la carreta apto para el tiro de bueyes y de mulas, si bien y ante la premura de tiempo con vistas a la próxima Romería, la junta de gobierno baraja la opción de recurrir a solicitar alguna carreta prestada para cumplimentar el que será su primer camino. Incluso ya ha habido ofrecimientos de algunas hermandades.
Junto a la Castrense de Tablada también ha sido admitida como nueva filial la hermandad de Chipiona, que pertence a la diócesis de Asidonia-Jerez y que ha sido inscrita con el número 111 de antigüedad. Ambas hermandades recibirán el título de filial de la Matriz de Almonte en un acto que tendrá lugar el próximo 2 de febrero en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción de Almonte, donde desde el pasado agosto se encuentra la Virgen del Rocío, antes de que en mayo retorne a su ermita de las marismas.
