El excanterano bético Diego Segura pide perdón a la afición tras anotar el 0-1. Foto Bernardo Ruiz.
Con un fútbol previsible, una medular huérfana de un cerebro con poso y una definición sin fortuna ni sosiego, el Real Betis B de Juan Merino encajó una concluyente y esclarecedora goleada (1-4) ante un rival, el Marbella FC, con una ideología definida y un delantero, el exbético Diego Segura, con el olfato intacto.
Los heliopolitanos hilvanaron minutos de mérito y criterio en el tramo intermedio del primer período, aunque su despliegue no fue suficiente para contener a un oponente de ADN batallador.
De inicio, Merino revolucionó su pizarra con el riojano Javi Montoya en la suplencia y Pedro bajo palos. Jesús Muñoz asumió los galones en el eje de la zaga junto a Pozo, la improvisada dupla de centrales que figuró por culpa de la ausencia de Mosquera. Los visitantes se merendaron al B en la sala de máquinas en los primeros compases.
La crónica íntegra de este partido, en la edición impresa de El Decano Deportivo.
