El presidente del Sevilla expuso ayer en su visita a la Peña Pepe Quintanilla de Camas un discurso inequívoco de fin de ciclo. Puso voz a una reconstrucción que deparará un Sevilla distinto, acorde con sus posibilidades actuales. A nadie escapa que el club tiene en venta a las que son las últimas estrellas del gran equipo de los títulos, la tabla de salvación económica del club para las próximas temporadas, y a los que, además, en la actual coyuntura no puede pagarles los altos emolumentos que cobran. Dejó claro, en cualquier caso, que no es una vuelta al Sevilla del año 2000, cuando se hizo célebre aquella frase de Roberto Alés: no hay dinero ni para comprar balones. Aquel Sevilla tuvo que vender a Jesuli y a Marchena, puso al frente del equipo a Joaquín Caparrós con aquel compromiso sellado en una servilleta y se sentaron las bases del crecimiento de un club que llegó a ser nombrado durante dos años, en 2006 y 2007, el mejor del mundo. La situación de entonces era muy dramática, no sé exactamente como está ahora, pero no creo que se le parezca, comentaba ayer a este periódico Roberto Alés, el presidente que puso las bases del Sevilla que luego creció exponencialmente bajo el mandato de Del Nido. Para mí Del Nido tiene margen de confianza, para mí sí, pero sevillistas somos muchos, y no todos tienen la misma opinión que yo. El fútbol es muy complicado, hay rachas buenas y malas y ahora nos toca una que no es tan buena, pero repito, nada que ver con la que vivimos en aquella época, reflexionaba Roberto Alés. Del Nido pedía ayer el apoyo para el equipo en el partido del sábado, marcado también por la despedida de un símbolo del club en este periodo mágico, Andrés Palop, una despedida que pone también firma al final de una etapa inolvidable, pero que el presidente quiere no se confunda con las posibilidade actuales. Debemos olvidarnos del Sevilla de los títulos, ese ciclo ha concluido y el primero que debe hacerlo es el presidente. Debemos sentar las bases, desde la humildad, de un nuevo Sevilla que nos haga disfrutar. Debemos reconocer los errores cometidos pero también contamos con la experiencia de estos años maravillosos. Esto no es una vuelta al Sevilla de antes del 2002, dijo refiriéndose a la fecha en la que accedió, hace 11 años, a la presidencia.Habló de un proyecto que cuente con nuestra maravillosa cantera y recordó que vendiendo siempre pudimos crecer, y no pasó absolutamente nada, aunque aseguró que el equipo mantendrá la columna vertebral. Dejó claro que se siente la misma ilusión y fuerza para llevar al Sevilla donde lo hemos llevado en esta etapa reciente. El Sevilla ha disputado desde que Del Nido fue nombrado presidente, el 27 de mayo de 2002, un total de 557 partidos, con un balance de 278 victorias, 120 derrotas, 159 empates. Esas cifras acunan dos títulos de Copa, otros dos de la Uefa, una Supercopa de Europa, una Supercopa de España.
