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Desarticulado un clan dedicado al tráfico de drogas en Cerro Blanco

El Grupo de Estupefacientes nazareno detuvo el 8 de febrero a cinco miembros de un clan familiar dedicado a la venta de droga a media escala en la barriada de Cerro Blanco. En la redada se incautó un kilo entre cocaína en roca y heroína, unos 15.000 euros en billetes, tres vehículos de alta gama, joyas y armas blancas.

el 15 sep 2009 / 00:01 h.

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El Grupo de Estupefacientes nazareno detuvo el 8 de febrero a cinco miembros de un clan familiar dedicado a la venta de droga a media escala en la barriada de Cerro Blanco. En la redada se incautó un kilo entre cocaína en roca y heroína, unos 15.000 euros en billetes, tres vehículos de alta gama, joyas y armas blancas.

Desde principios de 2007 la policía tenía conocimiento de que una familia procedente de Linares (Jaén) se había asentado en el Cerro Blanco, concretamente en la calle Manzanilla. Tras meses de vigilancia se llega a la conclusión de que José Luis C.J, de 39 años y Eva María C.J, de 33, tienen en el número 201 un punto de mediano tráfico -lugar donde se elaboran las papelinas para que luego sean vendidas en la calle-.

No obstante, la policía llegó a la conclusión de que la droga no se guardaba allí, sino en la casa que está justo en frente, el número 182, donde vivían María F.A. -finalmente esta no ha sido encarcelada-, de 30 años, y su marido, Juan Antonio CL, de 45. Este último es primo hermano de Eva María por lo que todo indicaba que se trataba de un clan familiar, con Eva y José Luis como cabecillas. José tenía la llave de la caja donde se guardaba la droga en el piso 182, de forma que cuando se acaba en la casa 201 podía ir a por más al local de enfrente.

El mismo año se desarticulan otros puntos de venta en el barrio que hace crecer la venta de este clan y se efectúan 10 aprehensiones de papelinas, descubriendo a dos implicados más: Fernando C.D. (53 años), padre de Eva María, y Sebastián H.H, cuñado de Eva María, que transportaba la droga desde Sevilla. Su casa de Los Montecillos empezó a ser vigilada.

Una vez identificado el clan al completo, faltaba esperar a que llegara una remesa importante de droga al piso 201, ya que en el 182 sabían que la droga iba a encontrarse con seguridad al servir de almacén. El pasado 7 de febrero, Sebastián realizó un viaje a Sevilla -a las Tres Mil Viviendas- y cuando acudió al piso 201 la Policía comenzó la redada.

En la entrada al 201, Fernando trató como pudo de encajar la puerta para que a José Luis le diera tiempo a tirar algo de la droga por el urinario. La Policía no tuvo tiempo de impedir que se arrojara la droga y por eso tuvieron que abrir las cañerías del domicilio y analizar el agua que finalmente dio una alta concentración de heroína. Si no hubieran encontrado el agua de las cañerías no se hubiera llegado a los 700 gramos que, según la ley, es la razón por la que se piden 8 años de prisión atendiendo a "la gravedad del material incautado".

En la redada del piso 108, Juan Antonio, un toxicómano enfermo de sida opuso resistencia y tuvo que ser llevado al hospital de Valme. Durante su declaración el pasado sábado tuvo que administrársele metadona.

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