La muerte de un bebé de cuatro meses en una ludoteca en Barcelona destapó un negocio lleno de irregularidades: no contaba con los permisos necesarios para funcionar como guardería y dos de sus tres trabajadoras no tenían la documentación en regla para residir en España.
El menor, de origen suramericano, empezó a ponerse morado tras tomar un biberón e ingresó cadáver. Según los análisis médicos, todo apunta a una muerte súbita.
Nuevo sector. Con independencia de la causa de la muerte, el suceso destapa la existencia de un sector económico emergente por el aumento de la natalidad y la incorporación de la mujer al mercado laboral. Su falta de regulación facilitó la proliferación de locales que actúan como guarderías encubiertas sin reunir los requisitos necesarios.
En el caso de la ludoteca actual, no tenía ningún cartel exterior que anunciara su actividad, aunque en el interior compartían espacio 30 menores. Para abrir un negocio de este tipo se requiere sólo de una licencia municipal siempre que se cumplan unos requisitos sobre las características del local, pero no con la actividad que se desarrollará.
La propietaria de la ludoteca, R.A., de nacionalidad peruana, fue detenida acusada de un delito contra los derechos de los trabajadores, ya que tenía contratadas a dos inmigrantes ilegales, que no tenían formación específica.
El de ayer no es el primer incidente grave en una ludoteca en Cataluña. Otro bebé falleció en abril de 2006 en un local de este tipo en Sant Cugat del Vallès (Barcelona) por muerte súbita. Días antes, en marzo de 2006, la Policía detuvo a la propietaria de otra ludoteca catalana acusada de maltratos a menores.
