Cercano y alegre se presenta ante los medios Salva, el ganador del programa de Cuatro 'Tienes Talento'. "Llevo el flamenco en la sangre" es su carta de presentación. Su arte no tiene explicación, con sólo escucharlo ya se intuye. Desde hoy se puede comprar su disco debut, Carrasquito (Sony).
Con tan sólo 16 años, Salva se muestra ilusionado por su futura carrera musical. Recorrido que comenzó con su participación en Factor X, aunque ésta le dejó un mal sabor de boca. Estuvo a punto de entrar en el concurso pero por su corta edad se quedó a las puertas, "Yo iba pasando pruebas en los castings pero luego se enteraron de que tenía 15 años -la edad límite para participar en el concurso musical era de 16- y en la tercera fase, que era ya cuando entrabas directamente al programa, me dijeron que por mi edad no podía entrar". Rápidamente se quitó la "espinita", como él dice, y entró en Tienes Talento. Pasó las dos primeras fases y en la gala final intentaba esconder los nervios. Salva lo rememora con emoción: "Yo le tenía mucho respeto al del chelo pero cuando vi que quedó tercero, dije, 'ya está, esto ya lo tengo yo". Y el premio fue suyo.
Una victoria que le ha llevado a sacar un disco del que se siente muy orgulloso. Carrasquito, así le llaman sus más cercanos por ser hijo de La Bellota, es un disco de "flamenco-pop". "Es lo que vende", comenta con constancia de que el flamenco puro es menos comercial. A pesar de esto, en su disco incluye temas flamencos como Volando voy, popularizado por el gran Camarón, o La alegría de vivir, de Ray Heredia.
Su ilusión en la vida siempre ha sido "vivir del cante" y ese camino empieza recorrerse. Desde chico siempre se le ha visto un talento especial y, como él mismo dice, "lo llevo en la sangre, lo siento". José Mercé lo reconoció en su día como una de las jóvenes promesas del flamenco y para Salva eso es un honor: "José es todo un profesional y sabe lo que es bueno y lo que es malo y si dijo eso es porque le gustó". Orgulloso recuerda cuando fue telonero del cantaor y después de cantar vio su actuación en un sitio privilegiado. Y es que Salva no acaba de empezar en el mundo de la música. A pesar de su juventud, ya hizo una maqueta con una versión más aflamencada del Corazón partío de Alejandro Sanz para intentar adentrarse en ese mundo, y desde los tres años animaba las fiestas familiares y hacía sus primeros conciertos en su barrio, en Albacete.
Acompañado por su hermano Juan, se despide como un amigo. Un "que te vaya bien, colega" es su frase final. Ahora es turno de la promoción, esencial para que la gente lo conozca, uno de sus objetivos primordiales. Su voz madura y rota cautivarán al público.
