Ya se que hablar de política un viernes santo no parece lo más indicado. Pero de la Semana Santa ya hay otros que se encargan en este periódico. En estos días se están tomando decisiones y tanteando salidas políticas que van a influir en el futuro de Andalucía como no ocurría desde hace mucho tiempo. No estamos ante un simple cambio de gobierno derivado de la normalidad de un proceso electoral. Chaves ha decidido, insisto, ha decido que la crisis que ha montado Zapatero era la oportunidad para modelar un relevo que casi todos pensaban, incluido él, que se acercaba de modo inexorable.
No estoy para panegíricos pero Chaves ha sido un gobernante prudente, que ha contagiado de su particular forma de ser, de hombre tranquilo, a la bancada socialista y exasperado a la tropa adversaria. Y lo que le critican sus enemigos ha sido su gran virtud, esto no ha sido un camino vertiginoso sino un devenir prudente y razonable.
Andalucía ha vivido veinticinco años brillantes a los que tampoco son ajenos los dos presidentes anteriores, Escuredo y Borbolla. Pese a lo que piensan los que llevan todo ese tiempo en la oposición, los andaluces hemos alcanzado cotas impensables de bienestar cuando iniciamos el camino hacia la autonomía. Chaves merece una despedida honorable de la política andaluza. Hay que ser un miserable, un genízaro a sueldo del sultán canoso o un arrebatacapas para quitarle este "momento Chaves" a un hombre honrado, austero, afable, introvertido hasta el límite, y noble. Ha sido un gobernante que no se ha vengado de sus enemigos que es lo primero que suelen hacer los que alcanzan el poder. Se merece una despedida que yo le doy hoy con afecto.
Y Griñán asume el reto del relevo. Le conozco desde hace mucho tiempo. No pretendo ser objetivo. He hablado con él más de Kraus que de Bordieu, que también. Espero, en realidad no espero, que la oposición le guarde el respeto que merece su biografía. Y su forma de ver la política está lejos del sectarismo en que lleva instalada tanto tiempo la política andaluza. Tiene más nivel intelectual que sus dos adversarios. Y ellos lo saben. Imaginen lo que van a formar sus subalternos que también lo saben.
Abogado
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