Según informó el Instituto Armado en un comunicado de prensa, cuando las patrullas de la Guardia Civil, compuestas por un cabo y cuatro guardias civiles, se encontraban realizando servicios propios de prevención de la delincuencia en el término municipal de Arahal, fueron alertadas de que, al parecer, se podía estar cometiendo un delito de hurto en un polígono industrial situado en el término municipal de esta localidad sevillana.
Los agentes se dirigieron "rápidamente" al lugar indicado y observaron que, en el interior de un recinto vallado, se encontraba aparcada, cargada con abundante material y dispuesta para su marcha, una furgoneta con dos individuos en su interior. La Guardia Civil evitó que esta furgoneta partiera y, posteriormente, interrogó al dueño de la empresa.
El dueño de la empresa explicó a los agentes que se ausentó de la misma cierto tiempo y que, al regresar junto con varios de sus trabajadores, sorprendió a los supuestos ladrones con el vehículo cargado de hierros y diferente maquinaria de su propiedad.
Tras identificar a los supuestos autores del hurto, resultaron ser los vecinos de Sevilla E.F.C., de 42 años, y P.V.C., de 19 años, hijo de su actual pareja.